Orientación laboral

Introducción a la orientación laboral

El objetivo de una actividad de orientación laboral es ajustar las expectativas de la persona, teniendo en cuenta sus intereses vocacionales, sus preferencias, habilidades y conocimientos, así como las demandas del mercado laboral. Atendiendo a las necesidades y dificultades de cada persona se puede intervenir sobre uno o varios aspectos.

Orientación laboral

Aumentar la motivación para trabajar

La motivación es muy importante para trabajar, sobre todo cuando se está realizando un emprendimiento porque en los inicios de una empresa o cualquier trabajo, casi siempre hay dificultades y muchos obstáculos que superar, por lo que se necesita tener un estado de ánimo que proporcione energía y de muchas ganas de trabajar y mantenernos trabajando.

Algunos puntos de interés a tomar en cuenta son:

  • A través de todas las intervenciones presentes en los espacios para la rehabilitación laboral: tutorías, talleres rehabilitadores, entrenamiento en asertividad laboral, coloquios laborales, coloquios de información social, ocio y tiempo libre, etc.
  • A través de instrucciones y pautas ofrecidas a la familia.

Aumentar los conocimientos del mercado laboral

Una buena parte de las personas tienen una experiencia laboral limitada, con frecuencia desconocen conceptos tales como: convenio laboral, salario mínimo, jubilación, derechos laborales, tipos de jornadas, de contratos, etc.

Previamente a analizar y delimitar habilidades y destrezas, la persona deberá conocer en qué marco de actuación va a intentar desarrollarlas y cómo es el mercado de trabajo que le rodea. El orientador o consejero vocacional, será el responsable de conducir este entrenamiento, ofrecerá al grupo, o la persona, diversas fuentes para obtener información: miembros de la familia parados o empleados, amigos con experiencia laboral, organismos públicos, publicaciones, prensa, charlas laborales, coloquios de información, visitas concertadas a empresas, centros especiales de empleo etc.

Asimismo, el profesional encargado deberá dotar a las personas de los recursos necesarios para poder acceder a dicha información. Es probable que alguno de las personas no posea un manejo adecuado de habilidades sociales, por lo que será necesario adiestrar al mismo en el desarrollo de la tarea concreta; por ejemplo: el orientador propone que una forma de obtener información sobre las características del mercado laboral es preguntar a los familiares sobre las ventajas y dificultades que tienen o tuvieron en sus distintos empleos, las tareas que desempeña, titulación, posibilidades de solicitar anticipos, derechos, permisos especiales, etc.

Además de elaborar con los usuarios las preguntas de la entrevista, será aconsejable que se realicen ensayos conductuales que favorezcan la adquisición de comportamientos asertivos; igualmente, se recomienda que los encuentros avancen en dificultad de manera progresiva; en primer lugar el usuario puede obtener información de un miembro de la familia, más adelante de un amigo cercano, hasta llegar a solicitar información en organismos públicos.

En las primeras sesiones se trata de que sea la persona la encargada de solicitar, recopilar y elaborar la información que le suministran las personas de su entorno, por lo que serán de gran valor las tareas para casa, así como la participación del grupo y la implicación de otros significativos en el entrenamiento; el orientador deberá favorecer expectativas favorables y reforzar positivamente los progresos del grupo.

Algunos de los procedimientos más eficaces para la obtención de información sobre el mercado laboral son:

  • Usando «tareas para casa» se recogerá información sobre diferentes aspectos laborales: la persona entrevista a personas de su entorno acerca de sus profesiones, tipo de contrato, salario, funciones que desempeñan, nivel de formación exigido, etc.
  • Visitas, conferencias, paneles informativos, publicaciones, encuestas en el barrio, cursos específicos de orientación vocacional e información laboral.
  • Coloquios sobre temas laborales desarrollados.
  • Vídeos de diferentes profesionales, en los que cada entrevistado aporta información sobre las características más relevantes de su trabajo: tareas desempeñadas, salario, nivel de formación necesario, nivel de satisfacción, dificultades, etc.

Aumentar el conocimiento sobre las propias destrezas y habilidades

Es de gran importancia aumentar el conocimiento en las destrezas y habilidades de la persona cuando se busca dar una orientación para un nuevo trabajo, esto se da mediante:

  • Talleres rehabilitadores (autoregistros, registros, feedback, modelado, refuerzo, entre otros).
  • Información que aportan de la persona, la familia y otros miembros significativos.
  • Elaboración del currículo vitae.
  • Discusión de ideas irracionales mediante la reestructuración cognitiva.
  • Visitas, charlas, coloquios, etc.
  • Pruebas de realidad: son encuestas dirigidas a recoger opiniones externas de personas, de edad, sexo y clase social con las que la persona se identifique y reconozca como válidas. El objetivo es disminuir el nivel de creencia en sus ideas erróneas.

El orientador vocacional ayuda al usuario a analizar y recabar datos relevantes sobre su experiencia formativa y laboral. Uno de los objetivos de la evaluación inicial en el área de orientación vocacional es recoger información sobre la experiencia académica y laboral de la persona, con una doble finalidad: conocer el nivel profesional alcanzado, así como identificar las habilidades y tareas desempeñadas – importantes como factores predictores de éxito laboral-.

El usuario debe conocer con detalle todos los conocimientos adquiridos, tareas, habilidades y destrezas utilizadas en el pasado, independientemente del resultado obtenido. El objetivo no es únicamente poder elaborar en un futuro un currículo, sino que la persona valore sus características personales, conocimientos y experiencias laborales, centre sus atribuciones en sus propias actuaciones y modifique las actitudes negativas ante determinadas áreas vocacionales.

La evaluación inicial y continuada en el área de ajuste laboral aporta datos cuantificables y operativos del rendimiento y evolución laboral del usuario dentro de los talleres rehabilitadores; el conocimiento de las habilidades laborales del usuario es esencial para poder facilitar un consejo vocacional ajustado.

En el caso de no disponer de un marco de trabajo donde evaluar e intervenir el ajuste laboral, se puede recurrir a: recursos formativos ordinarios o protegidos, talleres ocupacionales, centros culturales, clubes de ocio y tiempo libre, centros de día, grupos de voluntariado o tareas para casa; todos ellos pueden suministrar información sobre nivel de asistencia, puntualidad, relación con compañeros, dificultades de aprendizaje, entre otros.

Fomentar intereses específicos

En un contexto lo más parecido al laboral, en la orientación se proponen trabajos y tareas que sean susceptibles de desarrollar en la persona de acuerdo a sus nuevos intereses vocacionales. Según destacan distintos estudios, para llevar a cabo estos trabajos habrá que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Equipar a la persona adecuadamente para ejercer la actividad.
  • Dar instrucciones y feedback apropiados, de manera contingente.
  • Dotar al contexto de condiciones agradables donde se pueda ejecutar la tarea.
  • Permitir que la persona observe cómo hacen otras personas dicha actividad: aprendizaje por observación o vicario.
  • Respetar el ritmo de aprendizaje.
  • Dejar tiempo suficiente para que el usuario se sienta satisfecho con lo que hace.
  • Mostrar a la persona la utilidad de dicha actividad en la vida.

Es importante tener siempre presente el grado de satisfacción de la persona con la opción que desea.

Aumentar el conocimiento de la persona sobre áreas laborales de interés

En sesiones la persona y/o el grupo de personas pueden describir áreas vocacionales de interés ajustadas a sus posibilidades y a las necesidades del mercado laboral. No se trata de una elección basada en la sola preferencia, sino argumentada sobre las habilidades y conocimientos adquiridos y en la demanda del exterior.

Al señalar una opción laboral las personas indicarán las diferentes tareas que la componen, así como las capacidades necesarias para poder desempeñarla con éxito.

La elección girará en torno a un campo laboral, y no a un empleo determinado; de esta manera aumentan las posibilidades de incorporación al mercado laboral.

Asimismo se deben valorar nuevas necesidades o apoyos para alcanzar el objetivo vocacional: optimizar el nivel de formación, entrenar ciertas habilidades, buscar apoyo social, entre otros. Además, es importante analizar el costo que ello supondrá: económico, de esfuerzo, de tiempo, de renuncia a otras expectativas, etc.

Este aumento del conocimiento de las personas sobre áreas laborales de interés, se realiza mediante:

  • Información de otros miembros significativos.
  • Talleres rehabilitadores.
  • Recogida de información (vídeos, visitas, charlas, encuestas, entre otros.).

Toma de decisión y el comienzo de la acción

Para la toma de decisiones se requiere la elaboración de un plan de actuación que indique:

  • Qué objetivos laborales desea alcanzar de la persona.
  • Qué áreas laborales son de su interés
  • Identificar las diferentes alternativas (matriz de decisiones): anticipar las consecuencias de llevar a cabo estas alternativas a corto, medio y largo plazo; así como las consecuencias positivas y negativas.
  • Tener presente los costos: económicos, esfuerzo, tiempo, abandono de otras actividades, etc.
  • Tener en cuenta los apoyos.
  • Eliminar alternativas no interesantes o no adecuadas.
  • Elección de la opción.

Por medio de aproximaciones sucesivas, y atendiendo a las habilidades y necesidades de cada persona, se realizan las acciones encaminadas a la elección y acceso a un área laboral: reciclar formación, entrenar hábitos,