Vinculación afectiva padres-hijo y hermanos

La unión inicial entre los padres y el hijo se fundamenta en parte, en la capacidad de éste para reaccionar. Las reacciones del recién nacido animan a los padres a una interacción constante.

El resultado es un vínculo afectivo estable. Se considera vínculo afectivo al brote de afecto recíproco de estímulos y respuestas, y lazos afectivos que ayudan a formar una relación social coordinada y constructiva.

Los indicadores que se han utilizado para valorar el vínculo afectivo son ciertos comportamientos como besar, acariciar, abrazar, sonreír y mantener el contacto cara a cara.

Pero tenemos que decir, que los trabajos de Klaus y Kennell sobre vinculación, han sido cuestionados por diversos autores que opinan que la relación maternofilial tiene más ingredientes y que rara vez perdura de forma automática.

Los hermanos.

La presentación precoz del nuevo miembro, ayuda a los hermanos a integrarlo en la unidad familiar, pero cabe esperar que cuando éstos son de corta edad, reaccionen con conductas regresivas.

De alguna forma todos los hermanos experimentan sentimientos de rivalidad cuando un hermano menor se integra en el seno familiar.

Acabamos la descripción de las adaptaciones psicosociales con un tema de investigación reciente, como es la asunción del papel materno.

El logro del papel materno es un proceso por el cual la mujer aprende los comportamientos de maternidad y se siente cómoda con su identidad como madre.

Mecer en 1.985, describió 4 etapas para el logro de este papel:

Etapa anticipatoria: La mujer durante el embarazo busca modelos de papel de madre, sobre todo en su propia madre.

Etapa formal: Empieza cuando nace el niño, la mujer sigue influenciada por otras personas y actúa en función de como otras personas esperan de ella.

Etapa informal: Empieza cuando la madre inicia sus propias decisiones sobre la maternidad, desarrolla su propio estilo y encuentra formas que le van bien.

Etapa personal: Es la etapa final de asunción del papel materno, al llegar a esta etapa la madre se siente cómoda con la idea de sí misma como madre.

Como resumen de esta primera parte diremos que el período postparto o puerperio conlleva multitud de adaptaciones fisiológicas y psicológicas entre las que se encuentran:

– La involución de las modificaciones anatomofisiológicas que se producen durante el embarazo y el parto.
– La instauración de la secreción láctea.
– La adaptación psicosocial de la madre y la familia a la nueva situación.
– El establecimiento de una nueva relación padres-hijo.

Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep