Visión sistemática del reino animal

Los cambios, en las categorías sistemáticas inferiores, son frecuentes y existen diversos sistemas de clasificación sobre las que no están de acuerdo los autores. Aquí daremos una general que incluye los aspectos principales de todos ellos. Una primera división distingue entre los protozoos animales unicelulares en que los orgánulos citoplasmáticos desempeñan funciones que en organismos superiores realizan órganos y tejidos, y los metazoos.

En los últimos, el cuerpo es un conjunto de células especializadas en diversas funciones que se agrupan formando órganos y tejidos. En la reproducción emplean gametos, se fusionan y forman el cigoto. El desarrollo puede ser directo a través de un embrión o pasando por fases larvarias.

En los metazoos se distinguen los parazoos, animales organizados a nivel del tejido y que incluye el grupo de esponjas y los eumetazoos, los restantes animales, su nivel de organización es superior al histico, por lo que se distinguen órganos diferenciados por funciones.

Los eumetazoos se dividen en dos grupos: los radiados, incluyen los celentéreos y los etenóforos, con órganos específicos, pero no agrupados en sistemas orgánicos. Muestran simetría radial primaria como secundaria.

El otro grupo es de los bilaterales, donde se encuentran sistemas orgánicos y simetría bilateral. Se les llama celomados por la presencia de una cavidad general del cuerpo, el celoma.

Existen 2 series de bilaterales. Los protóstomos, en que la primera abertura del saco original del embrión da lugar a la boca, y los deuteróstomos, en las que esa abertura es el ano y la boca aparece más tarde.

En la serie de los protóstomos están los tipos; tentaculados, escolécidos (gusanos inferiores) platelmintos, mesozoos, gnatostomúlidas, nemertinos, asquelmintus y kamptozoos; moluscos con aplacóforos, poliplacóforos, monoplacóforos,  gasterópodos, lamelibranquia (bivalvos) y cefalópodos y articulados, con los anélidos, pentastómidos, tardígrados y artrópodos.

En los últimos se distinguen los trilobítumorfos, los quelicerados (merostomas, arácnidos y pantópodos) y los mandibulados (crustáceos, quilópodos e insectos).

En los deuteróstomos aparecen cuatro tipos: hemícordados, equinodermos, pogonóforos y cordados. En los cordados hay también, cuatro grupos: tunicados, apendiculáridos, acranios y vertebrados.

Los  vertebrados, que dedicaremos una extensión mayor, comprende los agnatos, sin mandíbula y que incluye a los ostracodermos y los ciclóstomas y los gnatostomados, con mandíbula diferenciada.

En estos últimos están los peces (placodermos, acantoideos, condrictios y osteicitios), los anfibios,  los reptiles, las aves y mamíferos.

En otros capítulos describiremos estos grupos, con su representante más característico, señalando rasgos diferenciados y la variedad alcanzada en la evolución y adaptación a innumerables nichos que ofrece el gran ecosistema que es la Tierra.