Yeso

El yeso tiene muchas y muy variadas aplicaciones; las principales en el campo de la construcción son en revestimientos interiores, en detalles decorativos y en la manufactura de piedras artificiales o elementos prefabricados.

Si se recubre con mezclas plásticas a base de aglutinantes, toman los nombres de aplanados, retoque, repellado, enyesado, enlucido y estucado.

Cuando se trata de trabajar en caras interiores es costumbre usar yeso en forma de mortero simple, aún que sería mejor como mortero bastardo, con adición de material inerte y fino, para lograr superficies mas duras y resistentes .

Como el yeso es muy soluble, el mortero simple deberá aplicarse siempre en parámetros interiores y protegidos de la humedad, ya que este lo reblandece y pudre.

Debido a su manera de fraguar, el yeso se aplica por lo general a modo de mortero simple, o con cantidades pequeñas de materiales inertes de grano fino.

Si se trata de un yeso de buena calidad que se va a utilizar en las capas primarias de una aplanada, se aconseja agregar a aquella arena fina en cantidad no mayor de 30% de su volumen. Esto no debe hacerse en la pasta de afín o enlucido.

La adición de un volumen de cal igual al del yeso en el agua necesaria para obtener una pasta plástica, da lugar a un mortero bastardo, cuya propiedad principal es su resistencia a la intemperie. Este mortero, que es de poco uso en nuestro medio, puede emplearse también para la protección de paramentos exteriores, ya que sin ser impermeable la humedad no lo reblandece y no lo pudre o agrieta.

Aunque es de fraguado mas lento, posee mucha mas resistencia y permite superficie mas tersa y brillante que el mortero simple así, a los lados exteriores recubiertos con mortero bastardo se les aplicara una pintura final de tipo impermeable con lo que tendrán superficies de mayor protección y mejor acabado.