Autoconfianza al ser freelance

Lo mejor es responderse a sí mismo, con objetividad, a preguntas como qué logros ha obtenido hasta ahora en su carrera o en qué puede ser mejor que el resto de los candidatos. Parta de esa idea y, sobre todo, prepare la entrevista como si le hubiesen dado un papel en una obra teatral, incluyendo los preámbulos.

Nervios bajo control. Los problemas suelen empezar antes de la propia cita. Hay que tener mucha sangre fría o despreocupación para acudir sin sentir ansiedad. Además, hasta cierto punto es bueno tenerla porque agudiza el ingenio y los reflejos, pero es imprescindible saber controlarla.

Hay que saber que cualquiera de sus síntomas, y tiene una gran variedad, se agudiza si uno se deja llevar por el miedo. Cuando los dolores, sudores o las ganas de vomitar aparezcan, identifíquelos; usted no está físicamente enfermo, están provocados por la ansiedad y disminuirán si se relaja.

Aprender a relajarse. Aunque parezca sólo teoría, con un poco de esfuerzo, la relajación puede convertirse en su tabla de salvación. Empiece por controlar su respiración. Normalícela y tome y expulse el aire en intervalos controlados.

Si no puede hacerlo de forma consciente vaya al servicio. Allí, puede emplear una bolsa de papel, que no le cuesta nada llevar encima, para controlarla. Respirar dentro de una bolsa durante un espacio corto de tiempo, reducirá la entrada de oxígeno y le calmará.

Cara a cara. La puntualidad y la buena presencia, además de ofrecer una impresión positiva, dan mucha seguridad. En la vestimenta gana lo clásico.

A la hora de preparar la cita, se debe tener claro que a los entrevistadores no les gusta que se les regale con retórica. Venderse a sí mismo no significa recurrir a la palabrería propia de la teletienda.

Curriculum a examen. No es un guión riguroso, pero las entrevistas tienen una estructura más o menos fija que, conociéndola, puede ayudar a desenvolverse. Antes de entrar en materia y para romper el hielo hay un saludo, una charla inicial y una introducción en la que el entrevistador explica cómo es el puesto y qué se espera del candidato.

Después se pasa a la sesión de preguntas y respuestas. La empresa concierta la cita después de revisar el currículum vitae del candidato, de modo que parte de las preguntas estarán dedicadas a aclarar aspectos reseñados en él. Son cuestiones bastante previsibles con respuestas fáciles de preparar.

Fuente: Materia de Presupuestos y costos en el diseño gráfico de la Universidad de Londres