Control de productividad

La productividad es la relación entre la producción de bienes, en el caso de una empresa manufacturera, o de ventas en el caso de los servicios, y las cantidades de insumos utilizados.

De esta manera, el concepto de productividad es igualmente aplicable a una empresa industrial o de servicios, a un comercio, a una industria o al agregado de la economía.

Es decir, la productividad nos indica cuánto producto generan los insumos utilizados en una actividad económica. Esta medida, expresada como un índice, permite ver cómo ha cambiado esa relación entre productos e insumos a través del tiempo, es decir, si se ha vuelto más eficiente o no la transformación de los insumos en producto.

Si nos referimos en específico a la productividad laboral será entonces la relación entre producto e insumos laborales y su índice el que nos dirá cómo se ha modificado con respecto a un punto en el tiempo dicha relación.

Por lo tanto, en una planeación estratégica es indispensable conocer si los recursos que estamos utilizando nos permiten lograr nuestros objetivos determinados.

En una organización, como sabemos, existen fundamentalmente cuatro tipos de recursos: los humanos, los materiales, los financieros y los técnicos.

Relacionar cada uno de ellos con los resultados que deseamos obtener nos permitirá conocer la información que nos dará los datos sobre qué tanto estamos cumpliendo con la productividad deseada para la planeación estratégica.

En la planeación estratégica, a la hora de definir los indicadores que nos darán la información del cumplimiento eficiente de los objetivos, es necesario definir una medida de la producción del bien o servicio.

Así que, debemos establecer la relación entre los recursos utilizados con los objetivos obtenidos y verificar que sea positivo esta comparación para la planeación estratégica.

Hay que recordar, que existe otra forma de entender la productividad, ésta es, la capacidad que tiene un individuo para producir en un tiempo determinado con los recursos disponibles.

Esta definición nos permite comprender mejor la importancia del capital humano a la hora de evaluar la productividad en una planeación estratégica.

Por lo tanto, una planeación estratégica tiene que tener un control general de la misma, el grado en que se están cumpliendo los objetivos y la forma que estamos utilizando nuestros recursos, ante esto es indispensable contemplar que para cada uno de estos controles se debe estipular el control: preventivo, correctivo, concurrente.

El control preventivo es aquél que nos va a permitir verificar antes de que nos desviemos de los objetivos y podamos evitar errores.

El concurrente es el que se lleva a cabo al mismo tiempo que las actividades o procesos se realizan y el correctivo es el que, se utiliza cuando se cometió la desviación donde se establecen las medidas correctivas.

Los tres tipos de control se debe especificar sus indicadores para evaluar cuando utilizar cada uno de ellos. Otra forma de control es utilizar la auditoria administrativa y financiera.

Fuente: Apuntes de Planeación teoría y estragia dela FCA de la UNAM