Decisión en ambiente de riesgo

Los procesos de decisión en ambiente de riesgo se caracterizan porque puede asociarse una probabilidad de ocurrencia a cada estado de la naturaleza, probabilidades que son conocidas o pueden ser estimadas por el quien decide antes del proceso de toma de decisiones.

Los diferentes criterios de decisión en ambiente de riesgo se basan en estadísticas asociadas a la distribución de probabilidad de los resultados.

Algunos de estos criterios se aplican sobre la totalidad de las alternativas, mientras que otros sólo tienen en cuenta un subconjunto de ellas, considerando las restantes peores, por lo no que están presentes en el proceso de toma de decisiones.

Representaremos por R(ai) los resultados asociados a la alternativa ai, y por P(ai) la distribución de probabilidad correspondiente a tales resultados, esto es, el conjunto de valores que representan las probabilidades de ocurrencia de los diferentes estados de la naturaleza:

Cuadro de decisiones en condiciones de riesgo

Cuadro de decisiones en condiciones de riesgo

El principal criterio de decisión empleado sobre tablas de decisión en ambiente de riesgo:

Criterio del valor esperado

Este criterio se aplicará al problema de decisión bajo riesgo con la tabla de resultados que figura a continuación:

Decisión bajo riesgo: Ejemplo

Decision de bajo riesgo

El resultado o valor esperado para la alternativa ai, que notaremos E[R(ai)], viene dado por:

T

por lo que el criterio del valor esperado resulta ser:

Criterio de valor esperado

Obsérvese que este criterio de decisión es una generalización del criterio de Laplace en la que desaparece el requisito de equiprobabilidad para los diferentes estados de la naturaleza.

Partiendo de un ejemplo ilustrativo de decisión bajo riesgo, la siguiente tabla mostraría el resultado esperado para cada una de las alternativas determinadas.

Criterio del valor esperado

Tabla de criterio de valor esperado

La alternativa óptima según el criterio del valor esperado sería a2, pues proporciona el máximo de los valores esperados.

Fuente: Apunte de Microeconomía de la FCA, UNAM.