Demanda monetaria o de dinero (L)

La principal característica del dinero es que este sirve como medio de pago. Como mencionamos anteriormente, Keynes establece tres razones para tener dinero y éstas a su vez conforman lo que llamamos la “demanda de dinero o monetaria”.

Quienes llevan a cabo la demanda de dinero son los individuos, las familias, las empresas, etcétera.

La demanda de dinero es una demanda de saldos reales; esta última representa el dinero que tiene el público por su poder adquisitivo y por la cantidad de bienes que puede comprar con él.

La demanda de saldos reales depende del nivel de ingreso real y de la tasa de interés; esta última implica el costo de tener dinero, es decir, los intereses que nos privamos por tener dinero en lugar de otros activos (bonos), mientras más alto sea el interés, más costoso es tener dinero y como consecuencia menos efectivo se obtendrá independientemente de los niveles de ingreso.

La demanda de saldos reales está en función de la tasa de interés y del ingreso real.

Recordemos que las razones o motivos que menciona Keynes para tener el dinero son:

Realizar transacciones. Se trata de la demanda de dinero que tiene su origen en la utilización del dinero para realizar pagos regulares.
Como precaución. Se trata de la demanda de dinero para hacer frente a las contingencias e imprevistos.
Para especular. Es la demanda de dinero que se debe a la incertidumbre sobre el valor monetario de otros activos que pueden tener los individuos.

Las razones anteriormente descritas se basan en el dilema entre los beneficios de tener más dinero y costo en intereses. Para la razón de transacción y precaución, el dinero usualmente no rinde intereses o sus rendimientos son menores.

La relación de la tasas de interés con el motivo de especulación lo expone Keynes basándose en el comportamiento de las tasas de interés y que el dinero puede ser un medio de almacenamiento del valor mejor que los bonos; es decir, cuando se guarda bonos con vencimiento a largo plazo existe la posibilidad de perder capital si los intereses aumentan y el bono se vende antes del vencimiento o preferimos guardar el dinero en efectivo si al vender un bono obtenemos rendimientos de capital menor a los pagos de interés.

Fuente: Apuntes de Macroeconomía de la FCA de la UNAM