Diagnóstico, tratamiento y control de las ETS

Diagnóstico de las ETS: Se basa en las manifestaciones clínicas de la enfermedad, y se efectúa por una o varias de las siguientes técnicas, en el material de la lesión o de un ganglio, o mediante un análisis de sangre.
Examen microscópico directo o por tinciones del material de la lesión.
Cultivo, identificación si es posible del agente causal, y estudio de su sensibilidad a los agentes terapéuticos, fundamentalmente antibióticos.

Pruebas serológicas (búsqueda de anticuerpos) como diagnóstico tardío de confirmación o para el seguimiento de la evolución de la enfermedad, en la sífilis y algunas enfermedades víricas, como el SIDA.

Tratamiento

Las ETS tienen en este momento un tratamiento bien establecido y eficaz, excepto las ocasionadas por los virus, entre ellos el VIH, que suelen responder poco a los agentes terapéuticos. Debido a que no todas las ETS responden a un mismo tratamiento, y a que van apareciendo resistencias a tos antibióticos, debe ser un médico el encargado de tratar cualquier ETS. El tratamiento deberá ser extensivo a la pareja sexual si se considera oportuno.

Control de las ETS

Debido al aumento de las ETS y al creciente impacto del SIDA (enfermedades íntimamente relacionadas entre si, se han puesto en marcha con mayor fuerza diversas medidas de control, basadas en una estricta vigilancia médica y en la difusión, sobre todo dirigida a la juventud, de unas normas de profilaxis y educación sanitaria con el fin de lograr lo que se ha llamado «sexo seguro». Las principales son:

-Evitar las conductas sexuales de riesgo: reducción del número de parejas sexuales y evitar determinadas practicas, como las penetraciones y manipulaciones rectales y orales, que favorecen sobre todo las infecciones por virus.
-Utilización del preservativo, que evita el contacto con el semen, las secreciones uretrales y las lesiones genitales, y protege contra virus (VIH, hepatitis B y C y herpesvirus) y bacterias.
-Utilizar la quimioprofilaxis, como los espermicidas, que inactivan químicamente algunos de los agentes causales de las ETS, entre ellos gonococo y treponema.
Vacunación contra la hepatitis B (la única disponible en estos momentos contra las ETS) en grupos de riesgo, fundamentalmente homosexuales.
-Detección sanitaria rápida y tratamiento precoz de los casos; control y seguimiento de contactos de riesgo y vigilancia epidemiológica a cargo de centros especializados, que informarán periódicamente a los médicos clínicos de la incidencia y tratamiento actualizado de las ETS.