El genero narrativo

En general, los teóricos de la literatura coinciden en afirmar que las dos grandes ramas de la narración son la novela y el cuento.

El criterio principal que fundamenta la clasificación anterior es «el de la dimensión».

La novela tiene una extensión mayor que el cuento. Algunos teóricos hasta han señalado números de palabras mínimos y máximos para cada uno de ellos.

Las dos ramas principales de la narración

Realmente la «extensión» significa la mayor o menor amplitud de cada uno de los componentes del relato, pues tanto en novela como en cuento básicamente son los mismos; pero en la primera se presentan con más extensión que en el segundo; por ejemplo, a propósito de los personajes y sus problemas, el cuentista escribe sobre el dilema individual de un personaje cuya historia narra.

Este personaje, necesariamente protagonista, tiene un conflicto; aunque él se conecte con otros personajes, también en conflicto, prevalece su historia por encima de todas las demás. Ese problema individual es el que se plantea, se lleva al clímax y se resuelve.

El novelista trabaja no sólo con los aprietos que abruman a su protagonista sino con muchos, tantos como pueda manejar; dichas dificultades no son del mismo rango, porque nacen de otros participantes de valor diverso; sin embargo, los conflictos que determinan el hilo narrativo son los de él o los protagonistas. Cuando culminan aquellos se resuelven los variados dilemas de éstos.

A lo largo de la obra pueden introducirse otras historias menores, las que contendrán también pequeños conflictos; pero todos ellos deben resolverse juntamente con los del protagonista.

Hechas las aclaraciones anteriores, diremos que:

La novela es un escrito de dimensiones considerables, que se redacta en prosa sobre acontecimientos ficticios.

El cuento es una pieza literaria, de menor extensión que la novela, en el que se hace la narración de un hecho ficticio.

Conviene tener en cuenta lo siguiente:

La prosa corresponde a la forma que comúnmente se da al lenguaje sin someterlo a la rima, al metro o a la cadencia que son propios del verso. Una novela se escribe en prosa, pero puede estar en verso y esto no desvirtúa, para nada, su esencia.

Fuente: Apunte de Comunicación escrita de la U de Londres.