Estructura de las proteínas

La estructura de una proteína  es de gran interés porque  determina su actividad  biológica, y presenta cuatro  niveles de organización.  La estructura primaria, ya representada por la secuencia  de aminoácidos que forman una cadena peptídica, define la  especificidad de la proteína y está regida por el código genético. La estructura  secundaria es la disposición que adopta la estructura primaria en el espacio, que responde a dos modelos básicos: helicoidal y laminar.

La estructura terciaria privativa de cada proteína, es el y resultado de superplegamientos o enrollamientos de las estructuras secundarias, y los enlaces que más contribuyen a mantenerla son del tipo disulfuro (- S – S -). La estructura cuaternaria es la  que alcanzan las proteínas de  elevado peso molecular formadas por la agrupación de  varias cadenas polipeptídicas, cada una con sus propias estructuras primaria, secundaria y terciaria. La hemoglobina de la sangre de los vertebrados es un ejemplo de estructura cuaternaria, que en este caso es forma final de la combinación de cuatro subunidades popipeptícas.

Donde no hay proteínas no puede haber vida. Las proteínas son los principios inmediatos estructurales de toda materia viva –se encuentran en todas las células-, así como los constituyentes básicos de todas las enzimas y muchas hormonas, y los instrumentos moleculares mediante los que se expresa la información genética.

Las proteínas contienen -además de carbono, hidrógeno y oxígeno- nitrógeno y, frecuentemente, azufre; pero su estructura es muy compleja y variada, aunque siempre formada por moléculas más simples llamadas aminoácidos.

Aminoácidos

Todas las proteínas están construidas a partir del mismo conjunto básico de 20 aminoácidos unidos covalentemente y formando secuencias características, por lo que pueden considerarse como el alfabeto de la estructura proteica. Además de estos aminoácidos esenciales hay muchos otros de menor importancia estructural. Los sillares de las proteínas son, pues, los aminoácidos, que tienen en común un grupo carboxilo (- COOH) y un grupo amino (— NH2 ) unidos al mismo átomo de carbono. A este carbono, llamado carbono asimétrico, se une La cadena lateral que caracteriza a cada aminoácido.

Péptidos

Los aminoácidos están ligados entre sí por medio de enlaces peptídicos (- C0- HN -), formando cadenas denominadas péptidos.

La proteína, por tanto, esta formada por la reunión de varias cadenas de péptidos; pero en la materia viva también existen péptidos libres (no asociados a la estructura proteica) que desempeñan una intensa actividad biológica, como es el caso de la insulina (la hormona que regula el metabolismo del azúcar y cuya deficiencia es una causa de la diabetes), las encefalinas y (opiáceos naturales del cuerpo) y muchos antibióticos sintetizados por microrganismos.