Función cardiopulmonar del recién nacido

Es un sistema maduro pero con escaso desarrollo cartilaginoso y muscular. La respiración del recién nacido suele ser irregular, abdominal y diafragmática.

Podemos encontrar períodos de apnea que duran entre 10-15s. La frecuencia respiratoria normal es entre 35 y 60 respiraciones por minuto.

La frecuencia cardíaca es de unos 140 latidos por minuto (lo normal es entre 120 y 160). La FR y la FC se toman durante un minuto completo. Al R.N. no se le suele tomar la tensión arterial, oscila entre 50-70 (sistólica) y 25-45 (diastólica).

Sangre, la volemia está en razón al peso corporal (85ml de sangre por kg de peso). La Hb esta en torno a 16-17g/dl de sangre. Los eritrocitos alrededor de 5,5 millones/mm3 de sangre. Los leucocitos están aumentados de 6000 a 30000/mm3 de sangre (es la linfocitosis propia de la infancia).

Termorregulación, igual que el adulto el recién nacido es homeotermo, o sea, poseemos una franja muy limitada de cambios de temperatura (36-37°C).

El R.N. no debe perder calor porque necesita para producirlo consumir energía que le hará falta para las funciones vitales que están empezando a adaptarse.

No tiene capacidad para tiritar, produce calor a partir de los depósitos de grasa parda ya que posee poca grasa subcutánea, la grasa parda está en la región superior torácica y paravertebral, área interescapular, cuello, axilas y alrededor de los grandes vasos sanguíneos (esta es su principal fuente de producción calorífica, desdobla la grasa parda en triglicéridos y ácidos grasos).

Estos depósitos están limitados y puede llegarse en caso de frío a la acidosis metabólica por excesivo consumo de oxígeno. Tampoco es bueno llegar a la hipertermia (que también provoca combustión de energía).

El centro termorregulador tarda unos días en autorregularse desde el nacimiento. La temperatura debe estar entre 36-37°C.

Además a todo lo anterior se suma que la superficie corporal del recién nacido es mayor en relación al peso que la del adulto, y la pérdida de calor está relacionada directamente con la superficie corporal y el peso, de manera que a mayor superficie corporal en relación con la masa corporal mayor pérdida calórica.

Para evitar todos estos problemas el R.N. debe estar en una zona de neutralidad térmica, que es aquella en la que se mantiene la temperatura corporal normal con el mínimo consumo de energía posible (O2 ml/kg/min).

Esta zona variará según la edad del recién nacido, el peso y el que esté o no vestido. Para el mantenimiento de la temperatura corporal adecuada hay que evitar los mecanismos de pérdida calórica.

Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep