Genética de poblaciones

La evolución es el proceso por el cual los seres vivos han adquirido su condición  actual, estructural y funcional, mediante cambios a lo largo del tiempo que han dado lugar a su diversificación a partir de antepasados comunes más sencillos. Por tanto, la evolución es una descendencia con modificación.
Genética de poblaciones: la genética mendeliana trata de la herencia en términos de cruzamientos.

A partir de parejas seleccionadas de progenitores homocigotos poseedores de ciertas características y que determinan los tipos de descendientes esperados en las sucesivas generaciones.

Sus leyes permiten comprenderlos mecanismos de la herencia y han sido de gran utilidad para la selección artificial de numerosas variedades de plantas cultivadas y de animales domésticos que difieren notablemente de sus antepasados salvajes gracias a la cría selectiva y la conservación de mutaciones.

La elección entre los descendientes y la eliminación de los individuos que poseen rasgos indeseables ha dado lugar a numerosas formas útiles.

Pero la situación es bastante diferente en la naturaleza, donde los organismos viven en poblaciones en las que los individuos pueden cruzarse libremente entre ellos.

Para comprender el fenómeno de la evolución, los problemas genéticos se enfocan en base a las poblaciones, entendiendo por población el conjunto de individuos de una misma especie que conviven en un área determinada.

La genética de poblaciones aplica los principios mendelianos a las poblaciones, especialmente a las frecuencias génicas y a las proporciones de genotipos bajo varios sistemas de apareamiento.

El principio básico de la genética de poblaciones se expresa en la ley de Hardy-Weinberg, que establece que en una población dada con cruzamientos al azar la frecuencia relativa de los genotipos tiende a permanecer constante de generación en generación, siempre que no incidan fuerzas perturbadoras que alteren el equilibrio genético.

Naturalmente, las poblaciones en equilibrio son raras o inexistentes en la naturaleza, pero la ley proporciona un importante punto de referencia para el estudio de los procesos evolutivos y también revela el mecanismo mediante el cual se conserva la variación genética de una población.

La conservación de genes poco comunes es de gran importancia para el proceso evolutivo; su presencia aumenta en gran manera la distribución de la variabilidad genética y la capacidad de una población para ajustarse, mediante la selección natural, al cambio ambiental.