Grabado

El grabado es el proceso de repujar en relieve, tipografía o dibujos sobre papel u otra superficie plana.

Para lograr esto la imprenta ejerce suficiente presión de manera que, un molde “hembra” fijado al plato, forza al papel contra un cliché en relieve montado en la base de la placa articulada, creando así una imagen sobre el papel.

Aunque es posible realizar lo anterior con un cliché en frío, esta operación se realiza usualmente con un cliché en caliente, utilizando placas térmicas controladas.

Puede decirse que el grabado antecede a la impresión por casi siete siglos. Los chinos efectuaron trabajos decentes de grabado, utilizando bloques de madera en relieve, sin el beneficio de la imprenta; ellos simplemente entintaban la superficie de los bloques y colocaban hojas de papel húmedo o seda sobre los bloques.

La impresión y la transferencia de la tinta se lograban frotando la parte posterior del papel con un pincel. Sin embargo, el grabado actual, ya sea en frío o en caliente, requiere de papeles con cualidades completamente diferentes.

El grabado es un sistema de impresión de excelente calidad y presencia, pero lento y costoso. Este procedimiento resulta caro debido a la mano de obra que involucra, así como a la precisión (como de relojero) que exige.

El proceso inicia sensibilizando una placa de acero con bicromato. (La placa debe tener un grosor mínimo de 1/8″). Posteriormente la placa se expone con el positivo de la figura a imprimir.

Al revelar la emulsión, ésta queda adherida en las partes expuestas y se desprende en las partes no expuestas. Es importante que la emulsión fotográfica del positivo quede en contacto con la placa.

Enseguida se procede a grabar la placa (ligeramente) con ácido. Sólo se grabarán las partes correspondientes a la figura (o no expuestas), ya que la emulsión seca sirve como capa protectora, evitando que el ácido penetre en las áreas de no-imagen.

Este grabado no es profundo. La profundidad se obtiene mediante el grabado manual con buriles de diferentes gruesos. El buril es una herramienta de acero para grabar. Su grueso depende del tamaño del área de imagen.

Una vez que se termina el grabado de la placa, se retira toda la capa fotosensible polimerizada (capa protectora de las ár eas de no imagen) y se pule la capa superior de la placa.

Ya lista la placa (las hay de bronce y acero) el procedimiento de impresión consiste en aplicar tinta al cliché, limpiando el excedente que pueda resultar.

Posteriormente se introduce la placa en la cavidad de la máquina y se coloca el papel en la base de ésta. Lo anterior cuidando siempre que el grabado se sitúe en el lugar determinado por el grabador.

En el caso de que se manejen varios colores, se deja secar la primera tinta y después se timbra el siguiente color. Si además se maneja timbrado en seco (timbrado o grabado sin tinta), éste se realiza al final, ya que de lo contrario se corre el riesgo de aplanar el grabado al timbrar los siguientes colores.

Para timbrados en seco la cama de impresión deberá tener un alto relieve inverso al grabado para facilitar el repujado del papel hacia el frente.

Timbrar es ejercer una presión adecuada para tal efecto (siempre es alta) sobre el sustrato, para que la tinta se adhiera a éste por capilaridad, es decir, por ascensión a través de las fibras.

El grabado en seco (o grabado en ciego) es la técnica para resaltar, la superficie del papel por medio de un cliché “macho”. Podría ser un grabado ciego, es decir, sin decoraciones mayores.

Para timbrados o grabados en seco la cama de impresión deberá tener un alto relieve inverso al grabado para facilitar el repujado del papel hacia el frente.

Recomendaciones:

– En superficies de más de 6 a 8 mm se deben incluir pantallas.
– En los grabados en seco no se deben incluir pantallas.
– El grabado se profundiza con buril
– No se recomienda grabar los medios tonos. (Normalmente se transforman en pequeñas líneas para hacerlos aún más vistosos).

Fuente: Apuntes de Tecnología de los Sistemas de Impresión de la U de Londres.