Hammurabi

Rey de Babilonia nació en el año 1792 a. C. Fuel el sexto soberano amorrita de aquella nación y accedió al trono cuando aún era joven. Dado que el control de las aguas del río Éufrates era viral, emprendió una serie de conquistas y arreglos diplomáticos que lo llevaron a controlar toda Mesopotamia. Pero Hammurabi no sólo se distinguió como guerrero: también fue un gran administrador.

Gracias a esas cualidades instauró un imperio que rebasaba a las ciudades-Estado que hasta entonces prevalecían. El poder se centralizó y se estableció la monarquía hereditaria. Unificó la lengua, la religión y las leyes.

El código que lleva su nombre, plasmado en un bloque de basalto de más de dos metros de altura y que consta de 282 artículos, fue colocado en un lugar público para que en su tiempo todos lo conocieran. El código distinguía tres clases sociales, con sus derechos  y obligaciones correspondientes: el notable, el hombre común y el esclavo.

Trataba también los derechos de las mujeres y los menores de edad y regulaba el funcionamiento de la economía al determinar sistemas de impuestos, forma de hacer los contratos, valores máximos de salarios y de interés de los préstamos.

Abordaba las penas que debían sufrir los que atentaban contra los derechos de las personas,  y establecían que atentaban contra los derechos de las personas, y establecían algunos castigos podían ser corporales, equivalentes al daño producido.

Murió cerca del año 1750 a. C.