Herodoto

Historiador griego, primero en usar la investigación dentro de esta especialidad, nacido en Halicarnaso, Asía Menor, hacia el 485 a. C. Provenía de una familia acomodada y quizás incluso arist  ocrática; el hecho es que bajo la tiranía de Lygdamis fue expulsada de la ciudad cuando Herodoto era pequeño. Por ello vivió algún tiempo en la isla de Samos, donde recibió las enseñanzas de Hecateo de Mileto.

Hacia el 447 a.C. llegó a Atenas, entonces el centro cultural del mundo griego, donde obtuvo la admiración de los hombres más distinguidos, incluido el gran político ateniense Pericles. En el 443 a.C.

Heródoto se instaló en la colonia griega de Turios (Thurioi), fundada en el sur de Italia por iniciativa de aquél. Se dedicó el resto de su vida a completar su gran obra, conocida como Historias, cuyo título deriva de la palabra griega historia (‘investigación’, ‘búsqueda’).

Los estudiosos de Historias la dividieron más tarde en nueve libros. Los primeros tratan sobre las costumbres, leyendas, historia y tradiciones de los pueblos del mundo antiguo, incluidos los lidios, escitas, medas, persas, asirios y egipcios.

Los tres últimos versan sobre los conflictos armados entre Grecia y Persia que tuvieron lugar a principios del siglo V a.C. y que son conocidos como las Guerras Médicas.

En su obra, el desarrollo de la civilización se presenta como un movimiento inexorable hacia un gran enfrentamiento entre Persia y Grecia, consideradas los dos centros, respectivamente, de las culturas orientales y occidentales.

La información de Heródoto procede en parte de los trabajos de sus predecesores y en parte de las observaciones que hizo durante sus extensos viajes.

Sus Historias son el primer trabajo importante en prosa. Tanto las críticas antiguas como las actuales han rendido homenaje a la grandiosidad de su estilo y su franqueza, a su lucidez y a su delicioso estilo anecdótico. Heródoto demuestra un gran conocimiento de la literatura griega y un pensamiento contemporáneo racional.

Creía que el Universo estaba regido por el destino y el azar, y que nada en los asuntos humanos es estable. Sin embargo, la elección moral seguía siendo importante, ya que los dioses con frecuencia castigan la arrogancia.

Este intento de extraer lecciones morales del estudio de los grandes acontecimientos, es la base de la historiografía griega y romana.

No se sabe con exactitud cuándo murió, pero se calcula que fue entre el 430 y el 420 a.C.