Inflación

La inflación se define como el aumento generalizado (afecta a todos los sectores de la economía) y continuo (durante un periodo prolongado en el tiempo) de los precios de los bienes y servicios.

La inflación es un reflejo de la pérdida de valor del dinero, por lo que para adquirir un bien habrá que pagar una mayor cantidad de dinero. Los indicadores más utilizados para medir los índices inflacionarios son:

Indicadores más utilizados

Índice Nacional de Precios al Consumo (INPC), Mide el nivel de los precios de aquellos bienes y servicios que adquieren los consumidores.
Deflactor del PIB, Mide el nivel de los precios de todos los bienes y servicios que componen el PIB de una economía

Diferencias al aplicar los indicadores anteriores.

Si el precio de los coches importados aumenta, este aumento afecta al INPC (es un bien que se consume), pero no al deflactor del PIB (las importaciones no forman parte del PIB).

Si el precio de los ladrillos fabricados en el país aumenta, no afecta al INPC (no es un bien que se suela consumir), pero sí al deflactor del PIB (forma parte del mismo).

El cambio porcentual de los niveles de precios de un periodo a otro se le llama tasa de inflación, para obtener estas variaciones utilizamos la siguiente fórmula:

Tasa de inflación

Por ejemplo, durante el 2004 el INPC de un país cualquiera fue de 156 y para el 2005 su inflación fue de 162. Si calculamos la inflación:

Inflación 2005=162 -156 / 156 por 100= 3.8%

Cuando el aumento de los precios es muy elevado se habla de que el país sufre hiperinflación (tasas superiores al 100%). Para entender cómo se llega a esta situación veamos el siguiente ejemplo: cuando un país tiene gastos muy elevados y sus ingresos son muy reducidos (disminución de la recaudación fiscal).

Por ello, el Banco Central para atender sus gastos comienza a emitir grandes cantidades de dinero, lo que hace que éste pierda valor y la inflación se dispare.

Fuente: Apuntes de Macroeconomía de la FCA de la UNAM