Influencia del color en nuestras vidas

La palabra color ejerce una fascinante atracción. La frase, “tiene colorido” se aplica en ocasiones a una pieza musical para significar su belleza, su movimiento y su gracia.

Quizás un de las conquistas de los últimos tiempos haya sido la invasión del color, que empezó con el cinematógrafo y ha seguido con el amplio campo de la publicidad, adueñándose de la televisión. El concepto color nos rodea y condiciona incluso nuestro lenguaje “Estaba verde de envidia”, “Todo se ve negro”, “Se puso rojo de ira”, “Todo lo ve color de rosa”. Desde el existencialista que tiene negros pensamientos hasta el inocente niño cuya alma es blanca el color condiciona y determina gran parte de nuestra conducta.

Los griegos atribuían a cada Dios y a cada planeta un color determinado, Marte impulsivo y colérico era de color rojo, Apolo símbolo de Fe y generosidad era amarillo como el sol, Júpiter la Paz y la verdad era de color azul, Venus belleza y amor era de color verde, la Luna pureza y justicia color blanco. Para muchos pueblos el blanco simboliza sabiduría mientras el negro es el color del mal. Así se establece una dualidad blanco y negro equivalente a bien y mal, este símbolo es muy intenso en numerosas religiones el paraíso es el lugar de la luz y de la paz, mientras el castigo eterno viene simbolizado por las tinieblas, esta dualidad blanco negro en China suele convertirse en rojo y verde.

En muchos colores se presentan significaciones duales o varias, así el color verde es el de la vegetación, el de la esperanza, y en ciertas ocasiones el de la perversidad. El amarillo aparece como el color del triunfo, del misticismo, de la elevación, del sol, y de la divinidad, pero también significa hipocresía. Quizás el color más claramente marcado sea el rojo que desde los tiempos más antiguos, debió parecerse al de la sangre, la vida, la pasión, al dualismo amor odio, que son símbolos del amor y la caridad.

Fuente: Psicología del Color y la Forma de La Universidad de Londres