Organización de la vida químico

La organización es una característica del universo. La materia mineral muestra diferentes niveles de organización, de manera que las partículas elementales interactúan para formar átomos y éstos se agrupan en moléculas; pero la materia viva adquiere mayor complejidad al incluir, además de esas unidades estructurales inertes, otras unidades dotadas de vida.

Químico

El nivel de organización más simple de toda materia viva es el químico, que abarca las partículas elementales, los átomos y las moléculas de que está compuesta la materia que constituye el universo. Esta materia está integrada por 92 elementos, seis de los cuales (carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y calcio) constituyen el 98% del peso de un organismo vivo.

Claro que estos elementos –y otros presentes en la  materia viva en cantidades muy inferiores- no se encuentran generalmente en estado libre, sino formando compuestos y moléculas de mayor o menor complejidad.

La cantidad más pequeña que puede obtenerse de un elemento sin que pierda sus propiedades químicas es el átomo, formado por protones, neutrones y electrones.

Los átomos se unen mediante enlaces químicos de diferente naturaleza: los enlaces que mantienen unidos los átomos de una misma molécula son fuertes y estables (enlaces covalentes), a diferencia de los enlaces iónicos que median entre los diferentes átomos que forman un compuesto iónico con carga positiva (cationes) y carga negativa (aniones).

Existe otro tipo de enlace, relativamente débil, llamado puente de hidrógeno, que se forma por la atracción entre un átomo de hidrógeno de una molécula y un elemento como el oxígeno o el nitrógeno de otra molécula. Así, las moléculas son las unidades menores de materia constituidas por la unión de varios átomos, que pueden existir en estado libre sin perder sus propiedades químicas. Pueden adquirir una gran complejidad y entonces se habla de macromoléculas, como ocurre en el caso de las proteínas.