Polímeros

Se denomina polímeros a las moléculas muy grandes formadas por unidades moleculares que se repiten, denominadas monómeros. La reacción por la que los monómeros se unen para formar el polímero recibe el nombre de polimerización. Hay muchos polímeros naturales. Así, por ejemplo, la celulosa es un polímero de la glucosa que se encuentra en las plantas.

La nitración parcial de la celulosa con una mezcla de los ácidos nítrico y sulfúrico concentrados y el posterior tratamiento del producto obtenido con alcanfor origina el celuloide, que es el primer plástico de   importancia comercial, usado para películas fotográficas y de cine.

Los polímeros poseen propiedades físicas y químicas muy distintas de las que tienen los cuerpos formados por moléculas sencillas. Así, por ejemplo, son muy resistentes a la rotura y al desgaste, muy elásticos y resistentes a la acción de los agentes atmosféricos.

Estas propiedades, junto con su fácil obtención a bajas temperaturas, han posibilitado su fabricación a gran escala.

Los polímeros de estructura unidimensional tienen elevados pesos moleculares y, generalmente, son rígidos a temperatura ambiente, aunque se vuelven blandos y flexibles al elevar la temperatura.

Entonces se denominan plásticos. En ocasiones, a causa del enmarañamiento de las cadenas lineales, pueden cambiar de forma bajo tensión si la temperatura es suficientemente elevada, pero recuperan la forma primitiva al desaparecer la tensión. Ahora el polímero es elástico y puede ser estirado sin romperse hasta una longitud muy superior a la primitiva.

En este caso el polímero recibe el nombre de elastómero. Los polímeros de estructura tridimensional forman moléculas rígidas de pesos moleculares no muy altos que producen sustancias duras, denominadas resinas.

Los polímeros pueden dividirse en dos grupos: polímeros de condensación, formados por eliminación de pequeñas moléculas como el agua, y polímeros de adición, formados por sucesivas adiciones de unidades moleculares que se hallan repetidas.