Potencial de reproducción y tasa de mortalidad

Las especies sometidas a presión ambiental (incluso depredadores) tienen tasas de reproducción altas, para compensar las elevadas pérdidas de población, las especies longevas o que carecen de enemigos, presentan tasas de mortandad y crecimiento bajas. Las primeras soportan bien las alteraciones bruscas del medio y las mortandades producidas al azar; no así las segundas. De ahí la dificultad de exterminio de ratas de ciudad y, la facilidad con que la caza de ballenas las esta llevando a la extinción.

El equilibrio de una población si en ecología se habla de una población estable, no significa que sea capaz de recuperar su estado normal tras una agresión intensa.

El equilibrio ecológico, significa un estado de fluctuación alrededor de un valor medio, con un compromiso de los factores que la influyen.

En un bosque, el equilibrio supone que a medida que los árboles más viejos mueren se van sustituyendo por otros más jóvenes, y hay ejemplares de todas edades distribuidos uniformemente y formando subpoblaciones sin diferencias marcadas entre ellas.

Ritmos

Los ritmos son variaciones periódicas de menor duración que afectan al individuo. Los ritmos afectan la actividad interna del organismo o su distribución espacial.

En algunas plantas la intensidad luminosa determina el desarrollo de un tipo de hojas u otro, en las diversas épocas del año o según crezcan en una zona de sabana o de umbría, su morfología será diferente.

Hay ritmos diarios como la apertura de flores, la actividad nocturna o diurna de aves de presa o la salida de insectos del capullo a una hora precisa del día (por la luz).

Otros ritmos son el ascenso y descenso del plancton marino; las mareas, que obligan a cerrar las valvas a los moluscos cuando se retiran las aguas; los mensuales, que con fases lunares determinan las épocas de migración de muchas especies, y los anuales, como la hibernación de osos, murciélagos y roedores.