Preparación del niño para procedimientos en el hospital

La mayoría no son dolorosos aunque otros sí. Con la preparación psicológica pretendemos reducir la ansiedad, el miedo y las molestias para que sea lo menos traumático posible para el niño.

La mejor forma es aportándole:

1) descanso físico
2) información, diálogo, comunicación abierta con el niño
3) apoyo emocional

Preparación psicológica antes del procedimiento

1) Establecer una relación empática con el niño. Evitar en el primer contacto las situaciones dolorosas. Se trata de establecer una relación de confianza.

Debemos tener claro cual es el nivel de comunicación y comprensión del niño (el niño nos verá positivamente).

2) Apoyo emocional. Se ha escrito mucho de que los padres estén presentes o no en el procedimiento.

No hay un método fijo. Cuando tiene edad suficiente se puede discutir con los padres y con el niño.

3) Explicación del procedimiento; en la medida de su grado de comprensión. Deben ser explicaciones claras, breves y sencillas, no deben ser excesivamente detalladas (ya que crean ansiedad).

En función del tipo de procedimiento se dará la explicación días u horas antes, o justo antes del procedimiento.

En función de la edad será más o menos breve: a los niños de corta edad (entre 0 y 5 años) se les explicará horas o inmediatamente antes del procedimiento.

A los de una poquita más edad (se establecen dos grupos de entre 5 a 10 años, o con más de 10) al menos un día antes o unos días antes, tampoco con mucha antelación (por temores, ansiedad y distorsión de la realidad).

Hay que explicarles qué parte se verá afectada y cual no, la funcionalidad que va a perder, en definitiva ser realista y no engañarlos. Lo mejor es acabar la explicación con lo positivo del procedimiento.

Realización del procedimiento

1) Participación del niño; los niños se sienten más valorados y valientes si los hacemos participar en el procedimiento. A la familia también hay que tenerla ocupada por ejemplo participando en los cuidados.

2) Técnicas de distracción; cuando se le enseña a distraerse el momento resulta menos angustioso (soplar, cantar, contar hasta 100, escuchar cuentos grabados, música).

3) Expresión de sentimientos; hay que dejar que el niño los exprese, porque si no se siente incomprendido (que hable, chille, llore).

Apoyo emocional tras el procedimiento

Debemos apoyarle, hablarle, reforzarle positivamente, no reprocharle si lo ha hecho mal, ej. decirle que es un campeón.

Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep