Sistema de transporte en los vegetales

El destino final de los nutrientes ingresados en un organismo vivo es llegar a todas sus células en condiciones de atravesar la membrana celular y ser metabolizados. Los nutrientes que absorben los vegetales son ya suficientemente simples como para que no sea necesaria una digestión de los mismos para ser incorporados a las células; en cambio, en los animales los alimentos ingeridos tienen que sufrir una digestión para que puedan atravesar las membranas celulares.

Sistema de transporte en los vegetales

Los vegetales inferiores (protistas tipo alga y plantas no vasculares), al tener todas sus células en contacto directo con el agua, absorben directamente el oxígeno, el anhídrido carbónico y las soluciones nutritivas por difusión a través de la superficie de su cuerpo, lo que hace innecesaria la existencia de órganos especializados en la absorción y el transporte de nutrientes.

Los hongos y, otros vegetales saprófagos vierten primero enzimas sobre la materia orgánica  en que se desarrollan, descomponiéndola en   nutrientes sencillos  absorbibles.

En las plantas  vasculares, el oxígeno y ingresa a través de los estomas de las hojas y tallos tiernos, los pelos absorbentes de las raíces (con el agua del suelo) y las lenticelas de los tallos leñosos, llegando a todas las células a través de los espacios aeríferos.

El dióxido de carbono ingresa por los estomas y desempeña en las mismas células superficiales el papel que le corresponde en la fotosíntesis.

El agua y las sales minerales disueltas en el suelo son absorbidas por las raíces a través de los pelos absorbentes y penetran en los vasos leñosos de la raíz donde se inicia el transporte.

El agua y las sustancias nutritivas absorbidas en los pelos radicales atraviesan los tejidos corticales de la raíz y llegan hasta el cilindro vascular central.

La savia bruta inicia el ascenso a través del xilema hacia las partes aéreas de la planta gracias a la cohesión del agua en el interior de los vasos leñosos en respuesta a la fuerza generada por la evaporación de dicho líquido en las hojas, y también gracias al empuje debido a la presión osmótica procedente de la absorción de nutrientes en la raíz.

En las hojas tiene lugar la biosíntesis de los azúcares (savia elaborada), que son conducidos a través del floema desde las áreas de alta concentración hasta las de baja concentración mediante un flujo dinámico dependiente de los gradientes osmóticos, que suele ser descendente.