Sucesión en el espacio

La sucesión en el tiempo es la progresiva sustitución de unas especies por otras, hasta alcanzar el equilibrio con el medio, la fase clímax. Las limitaciones espaciales de crecimiento físico impiden la existencia de esa comunidad en el espacio o territorio. Las condiciones del medio (luz, temperatura, humedad, etc.) determinan que una especie pueda estar en un punto pero no en otro próximo a él. Por ejemplo, un bosque mixto de caducifolios.

El suelo brinda condiciones uniformes y el clima es el mismo en el bosque (generalmente), apareciendo una distribución espacial definida de las plantas herbáceas en robles y en hayas, por citar sólo dos especies.

Esta distribución radica en la naturaleza de estos dos árboles. Las hayas se cubren de una densa copa de hojas por lo que las hierbas que crecen debajo han de ser precoces, capaces de completar su ciclo antes de primavera, cuando los días son cortos.

Los robles, tardan más tiempo en formar la copa y la sombra es más clara, permitiendo que la luz alcance al estrato herbáceo.

Las plantas con crecimiento más lento crecen aquí al disponer de más luz en un periodo mayor. Los arrecifes coralinos nos muestran también este aspecto espacial de la sucesión.

Algunas colonias crecen en círculo por crecimiento. Otras se escalonan a consecuencia dé un sustrato ya modificado anteriormente y que determinó que las aguas tuvieran un curso fijo. Si depende de esta corriente sólo crecerá por donde pase esta.

Otro aspecto es la superficie el tamaño mínimo de una formación para poder sobrevivir. Los líquenes resisten el frío y la sequedad, por lo que crecen sobre una roca expuesta a la   inclemencia y la especie se distribuye en manchas, de dimensiones muy pequeñas.

Una selva húmeda, es más frágil, y por debajo de un   tamaño mínimo la sucesión se   invierte irremediablemente. Una consecuencia de este hecho es que la reducción espacial de los ecosistemas provoca su posterior desaparición; lo mismo sucede con los animales, que por debajo de una densidad mínima son incapaces de recuperarse y se extinguen debido a la imposibilidad física  de que los individuos reproductores se encuentren.