Teoría de las colisiones

La teoría de las colisiones se basa en la suposición de que, para que una reacción química se produzca, las moléculas de los reactivos deben chocar con otras. En esta teoría, la velocidad de una reacción es proporcional al número de choques que se producen cada segundo entre las moléculas de los reactivos.

Este hecho explica el aumento de la velocidad de reacción al aumentar la superficie de contacto entre las sustancias reaccionantes.

Ahora bien, si todos los choques que se producen en un recipiente de reacción fueran efectivos para producir transformaciones químicas, todas las reacciones tendrían lugar de modo casi instantáneo.

Como esto no es así, deben existir otros factores que disminuyan las velocidades de reacción, tales como la orientación adecuada de las moléculas al producirse el choque o el hecho de que las moléculas tengan suficiente energía al chocar para que la colisión que se produzca resulte efectiva.