Tipos de glúcidos

Los monosacáridos son los glúcidos más simples, es decir que no se pueden descomponer en otros azúcares, siendo los agentes oxidantes, quedando éstos reducidos.
Disacáridos
Los disacáridos están constituidos por dos monosacáridos unidos por covalencia mediante un enlace glucusidico, que tiene la particularidad de hidrolizarse con facilidad en presencia de un ácido. Un disacárido importante es la sacarosa o azúcar de caña.

Producto intermediario fundamental de la fotosíntesis y la forma principal de transpone del azúcar desde las hojas a otras partes de la planta a través de su sistema vascular.

Los animales no pueden absorber sacarosa directamente, pero en el intestino delgado disponen de una enzima (sacarosa) que cataliza la hidrólisis a glucosa y fructosa, ambas de fácil absorción.

Algo análogo ocurre con la maltosa, que es hidrolizada por la enzima intestinal maltasa rindiendo dos moléculas de glucosa. La lactosa está presente únicamente en la leche y es hidrolizada por la enzima lactasa que la desdobla en galactosa y glucosa.

La lactasa es muy activa en la mucosa intestinal de los lactantes, pero en muchas etnias esta actividad se pierde al alcanzar la edad adulta y aparece una intolerancia a la leche, de naturaleza genética.

Polisacáridos

Los polisacáridos son los glúcidos más abundantes y no forman verdaderas soluciones acuosas, sino coloidales, descomponiéndose por hidrólisis en disacáridos y por último en monosacáridos.

Entre los polisacáridos de mayor importancia biológica se encuentra el almidón, forma de almacenamiento de la glucosa en las plantas, y el glucógeno, más soluble en agua que el anterior y reserva propia de los animales.

La glucosa no puede ser almacenada como tal en las células al ser sus moléculas muy pequeñas y muy solubles, por lo que tenderían a salir de la célula.

De este modo, en vez de almacenar monosacáridos, las células almacenan polisacáridos, que son fácilmente degradados en cuanto el organismo necesita azúcares simples. El glúcido más abundante en la naturaleza es la celulosa, ya que las células vegetales están rodeadas por una fuerte pared celular de sostén formada principalmente por este polisacárido insoluble formado por muchas moléculas de glucosa unidas entre si.

La madera, por ejemplo, contiene alrededor del 50% de celulosa. La quitina, principal componente del esqueleto externo de los insectos, los crustáceos y otros artrópodos y presente también en las paredes celulares de los hongos, es un polisacárido modificado y de alta resistencia.

Glúcidos modificados

Los glúcidos también pueden combinarse con proteínas para formar moléculas híbridas, en las que se mezclan las propiedades de unos y otras que reciben el nombre de glucoproteinas y proteoglucanos.

Así como en las glucoproteinas, predomina la proteína sobre el polisacárido, en los proteoglucanos éste representa la mayor parte del peso molecular.

Las glucoproteinas son componentes importantes de las membranas celulares, mientras que los proteoglucanos lo son de muchos sistemas de soporte extracelulares en los animales (proteoglucanos del cartílago, de la piel, de las paredes vasculares, etc).

Las moléculas híbridas entre glúcidos y lípidos reciben el nombre de glucolípidos, lípidos polares que desempeñan un papel de gran importancia en la membrana celular.