Tipos de sistemas

Existen diversos tipos de sistemas:

– vivientes y no vivientes
– abstractos
– concretos
– abiertos y cerrados
– naturales
– hechos por el hombre

Sistemas vivientes y no vivientes. Se consideran los vivientes aquellos que tienen ciclo de vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren, los no vivientes no realizan estas funciones.

Sistemas abstractos. Compuestos de conceptos, planes, hipótesis e ideas. Los símbolos representan atributos y objetos que muchas veces sólo existen en el pensamiento de las personas.

Sistemas concretos. Están compuestos de equipos, maquinaria, objetos y elementos reales. Pueden describirse en términos cuantitativos de desempeño.

Sistemas abiertos y cerrados. Los sistemas abiertos presentan relaciones de intercambio con el ambiente a través de entradas (insumos) y salidas (productos); intercambian materia y energía con el ambiente continuamente; son eminentemente adaptativos, pues para sobrevivir deben readaptarse constantemente a las condiciones del medio.

Por su parte, los sistemas cerrados, no presentan intercambio con el ambiente que los rodea, no reciben ninguna influencia del ambiente ni influyen en éste.

Algunos autores consideran que no existe el sistema cerrado propiamente dicho, ya que, todos los sistemas de alguna forma cuentan con la intervención del ser humano para su funcionamiento.

Sistemas naturales. Son los que surgen de procesos naturales, como el clima, el suelo, etc., se consideran difíciles de controlar y sus límites los establece el comportamiento de la propia naturaleza.

Sistemas hechos por el hombre. Estos sistemas tienen que ver con aquellos que el ser humano crea, con condiciones de adaptabilidad al entorno, cuyo comportamiento está determinado por los objetivos de las organizaciones.

Se consideran, las entradas, el proceso, las salidas y la retroalimentación con un grado alto de influencia y conducción del que toma las decisiones, se disminuye la incertidumbre pero no se elimina por compartir algunas de las características del sistema abierto.

Fuente: Apuntes de Administración IV del FCA de la UNAM