El GATT se transformo en la OMC el primero de enero de 1995 dentro de la Ronda de Uruguay. La transformación lo convirtió de un acuerdo comercial a una organización que se encargaría de regir las relaciones comerciales entre los países miembros.
Los puntos en los que se enfoca la OMC, se pueden agrupar en tres categorías:
1. Los que preocupan a los países desarrollados, en tanto que afectan a la capacidad de competitividad de sus empresas en los mercados mundiales debido a la existencia de diferencias entre los países que concurren en los estándares laborales, las políticas de defensa de la competencia, incluyendo reglas sobre la financiación de exportaciones y las prácticas comerciales restrictivas.
2. Para los países en desarrollo, los cuales afectan al trato diferencial que han recibido dentro del comercio internacional por su condición de menor riqueza relativa y a reinvidicaciones sobre algunas demandas pendientes como la erosión del sistema de preferencias generalizadas, vínculo entre comercio y desarrollo económico, la inclusión de las políticas financieras y monetarias, los temas de la deuda externa y los problemas de la inmigración.
3. El funcionamiento del sistema de comercio multilateral: regionalismos, medidas comerciales unilaterales y nuevos actores que reivindican con fuerza un papel más destacado en la escena económica internacional.
Diferencias entre el GATT y la OMC
El mundo, cada vez más globalizado y competitivo, ha conducido a los países a integrarse para la promoción de vínculos trasnacionales, así como para establecer acuerdos bilaterales o plurilaterales.
Fuente: Apuntes de Macroeconomía de la FCA de la UNAM