En antropometría, es la distancia vertical que se mide desde la superficie del asiento hasta la corona de la cabeza, en un individuo sentado, pero con el cuerpo incorporado, ateniendo la espalda totalmente recta y rígida.
Se emplea para determinar la altura admisible a la que debe estar un obstáculo del suelo contando la altura a la que este se encuentre. También sirve en las alturas de espacio de reducida privacidad y en las particiones que delimitan otros espacios interiores.
Se deben vigilar factores como: la inclinación del asiento, la elasticidad de la tapicería, la indumentaria del usuario y los movimientos de su cuerpo al sentarse y levantarse.
Los datos más indicados son los correspondientes al 95º percentil en virtud del factor de holgura que interviene.