Antecedentes históricos de áfrica
Hace unos cinco millones de años un tipo de homínido, antepasado cercano de los hombres de hoy en día, habitaba el sur y el este de África. Hace más de 1,5 millones de años, este homínido fabricante de herramientas evolucionó hacia formas más avanzadas: el Homo habilis y el Homo erectus.
El primer humano que existió en África, el Homo sapiens, data de hace más de 200.000 años. Cazador y recolector, capaz de realizar toscas herramientas de piedra, el Homo sapiens se asociaba con otros de su especie para formar grupos nómadas; finalmente estos pueblos bosquimanos nómadas se extendieron por todo el continente africano.
El proceso de diferenciación racial data del año 10.000 a.C. La creciente población negroide, que dominaba la domesticación de animales y la agricultura, expulsó a los grupos bosquimanos hacia las zonas más inhóspitas.
En el siglo I, el pueblo bantú, uno de estos grupos dominantes, comenzó una migración que duró 2.000 años y pobló la mayor parte de África central y meridional. Las sociedades negroides dependían de la agricultura de subsistencia o, en las sabanas, del pastoreo. La organización política era, en general, local, aunque más tarde se desarrollarían reinos en África occidental y central.
Las riquezas naturales, así como las costumbres, arte y formas de vida de los pueblos africanos, se dan a conocer al mundo como resultado de las exploraciones realizadas por los europeos a este continente, dichas exploraciones comienzan en el siglo XV, pero se intensifican alrededor del siglo XIX.
A finales del siglo XIX inicia para África la etapa de colonización por parte de los países europeos, quienes en su afán por explotar los recursos naturales de este continente se reparten casi la totalidad de sus regiones.
La mayor parte de los países africanos obtuvo su independencia política después de la Segunda Guerra Mundial, aunque en la actualidad tienen una fuerte dependencia económica de Europa y América del Norte.