Aparato genital masculino
Los órganos genitales del hombre se dividen en externos e internos según puedan observarse a simple vista o bien sea preciso abrir las cavidades del cuerpo para ello. Los genitales externos están formados por el pene y el escroto. El pene mide unos 10 ó12 cm., en estado de flaccidez y unos 15 ó 16 en estado de erección, tiene forma cilíndrica y esta formado por tres cuerpos de tejido eréctil, llamados cuerpos cavernosos y cuerpo esponjoso.
El tejido eréctillo constituye toda una red irregular y esponjosa de arterias y venas que, al recibir sangre de las arterias pudendas internas, aumenta de grosor, longitud y dureza produciéndose la erección.
El cuerpo esponjoso es atravesado por la uretra y, en su parte distal, se expande para formar el glande. Por et interior de la uretra transcurre la orina y también el semen en el momento de la eyaculación.
En su parte final, la uretra se ensancha recibiendo el nombre de meato urinario. Cada uno de los tres cuerpos cilíndricos están cubiertos por una capa fibrosa, llamada túnica albugínea, y los tres cuerpos van envueltos con densas vainas.
El pene esta recubierto por una piel que se desplaza con facilidad. En su parte distal y unida a la cara ventral del glande por el frenillo, esta piel forma el prepucio. Cuando la estrechez del orificio del prepucio impide que pueda bajar la piel para dejar el glande al descubierto, nos hallamos ante un caso de fimosis.
Esta malformación puede revestir distintos grados de intensidad y se corrige mediante una intervención quirúrgica relativamente fácil que se conoce con el nombre de circuncisión, en la que se recorta el extremo de la piel del prepucio y se une mediante unos puntos de sutura a la base del glande, el cual queda para siempre al descubierto.
Existe una creencia muy extendida, según la cual el hecho de tener el glande sin la protección de la piel del prepucio aumenta su sensibilidad; se dice que el hombre circuncidado tiene más dificultad para controlarla eyaculación tanto en el coito como en la masturbación y que está más expuesto a desarrollar una impotencia.
Sin embargo, en las investigaciones realizadas por Masters y Johnson, comparando 35 hombres circuncidados con otros tantos que no lo habían sido, se evidenció que esta creencia carecía de base científica ya que durante los movimientos cóitales el glande operado está tan expuesto a la estimulación por parte de la vagina como el glande no operado; por tanto, quedó demostrado que el prepucio conservado contribuía poco o nada en el control eyaculatorio.
Lo que si es cierto, en cambio, es que, según la gravedad de la fimosis, esta facilita las infecciones, al impedir una higiene correcta, y también puede interferir en las relaciones sexuales haciendo que éstas resulten dolorosas.
Finalmente, es preciso mencionar que la circuncisión, como acto ritual viene practicándose desde hace más de 4.000 años; era una costumbre entre los egipcios, de ellos pasó probablemente a los hebreos y luego a los musulmanes.
El escroto es una fina capa de piel oscura que recubre las bolsas en que se alojan los testículos formando arrugas y pliegues característicos.
Posee glándulas sudoríparas y sebáceas y folículos pilosos y esta dividido en dos compartimientos, separados por un tabique. El escroto propiamente dicho es la piel ya descrita; pero, por extensión, suele utilizarse la misma palabra para designar todos los componentes del saco testicular.
Entre las capas que componen dicho saco hay que destacar el músculo cremáster o elevador del testículo y la túnica dartos. Estas estructuras permiten la regulación de la temperatura de los testículos a fin de proteger la función más importante de éstos, que es la espermatogénesis.
Cuando el ambiente es frío estas fibras se contraen permitiendo así que los testículos se peguen a la pared del abdomen y conserven la temperatura necesaria. Así, cuando ésta es excesivamente elevada, las fibras se relajan, los testículos penden y la temperatura desciende.
Los genitales internos están formados por los testículos, la próstata, las vesículas seminales, los conductos deferentes y las glándulas de Cowper.
Los testículos son órganos intraabdominales que suelen descender y situarse en el escroto durante el desarrollo fetal, antes del nacimiento individuo. La alteración debida a un fallo en este descenso se llama criptorquídea.
Existe una proporción aproximadamente del 3% de varones que nacen sin que los testículos hayan descendido a sus bolsas correspondientes.
Por lo general, antes de la pubertad tiene lugar en estos niños un descenso espontáneo de los testículos; si no es así, hay que proceder a una intervención quirúrgica para bajarlos ya que, de lo contrario, es posible que sean individuos estériles, en el día de mañana.
En este caso, la esterilidad sería debida a que para la correcta formación de los espermatozoides se requiere que los testículos estén a una temperatura más baja de la que tendrían si permanecieran en la cavidad abdominal (la temperatura en el interior del saco escrotal es de3 a4 grados menos que en el interior del abdomen).
Los testículos tienen forma oval, miden unos 4 cm., de largo por 2 de ancho y 3 de grueso y se hallan rodeados por varias cubiertas protectoras.
Están constituidos por un conjunto de lobulillos en cuyo interior se hallan los túbulos seminíferos que es donde tiene lugar la producción de espermatozoides o espermatogénesis.
En el tejido intersticial, concretamente en las células intersticiales de Leydig, se fabrica la testosterona. En la parte posterior del testículo existe un engrosamiento en forma de coma que constituye el epidídimo.
En realidad no es más que un apelotonamiento de los tubulillos antes de desembocar en el conducto deferente encargado de impulsar los espermatozoides hacia la uretra.
El conducto deferente mide unos 50 ó 60 cm., de largo. La próstata, que suele tener el tamaño de una castaña, es una glándula de secreción externa. Se halla situada por debajo de la vejiga urinaria y delante de la ampolla rectal, pudiéndose palpar por tacto rectal. Es atravesada por la uretra que, a su paso por la próstata, se convierte en la vía única para la orina y el semen.
Existen unos pequeños músculos que, a modo de válvulas, se cierran o abren a fin de que no se produzca la emisión conjunta de ambos. La próstata produce un líquido alcalino claro que forma parte del líquido seminal, favoreciendo la movilidad de los espermatozoides, y también es un centro importante en la producción de prostaglandinas.
El nombre de estas sustancias es debido a que fueron descubiertas inicialmente entre las secreciones prostáticas, sin embargo, con el tiempo se ha visto que también se encuentran en la mayoría de los tejidos de los mamíferos.
Por su acción farmacológica tienen múltiples aplicaciones, una de las cuales es como inductoras del aborto. Tanto el tamaño como el funcionamiento de la próstata dependen, en andrógenos.
Con la edad suele involucionan pero si por alguna causa aumenta de tamaño, comprime los tubos que la atraviesan y el individuo presenta dificultad para orinar.
Por encima de la próstata y por debajo de la vejiga urinaria están las vesículas seminales que desembocan en el conducto eyaculador, junto a los conductos deferentes y tienen como misión la fabricación de un líquido viscoso y gelatinoso que estimula el movimiento de los espermatozoides.
Los dos conductos deferentes, al unirse a las vesículas seminales, forman los conductos eyaculadores que desembocan en la uretra prostática. Las glándulas de Cowper son dos estructuras del tamaño de una lenteja situadas junto a la uretra, por debajo de la próstata se desconoce con exactitud su función, pero se supone que segregan un líquido destinado a neutralizar los restos de orina que puedan haber quedado en la uretra y preparan así el paso del semen.
En ocasiones antes de que se produzca la eyaculación, aparecen unas gotas procedentes de estas glándulas, conteniendo espermatozoides vivos y, por tanto, capaces de fecundar.
Éste es un fenómeno a tener en cuenta, ya que estas minúsculas gotas pueden ser las causantes de algunos embarazos inesperados o no deseados entre aquellas personas que utilizan la marcha atrás o coitus ínterruptus, práctica, por cierto, bastante frecuente.
El suelo de la pelvis esta constituido por el perineo. En su parte anterior se halla limitado por la síntesis del pubis, a los lados tiene las tuberosidades isquiáticas y por detrás se halla el cóccix. El perineo es atravesado por los órganos genitales y el recto.
Erección. La erección es la respuesta fisiológica inicial que produce el hombre ante un estímulo sexual que puede ser físico o psíquico. Se inicia con la dilatación de las arteriolas del pene que permite el llenado de sangre del tejido eréctil.
A su vez, se produce una compresión de las venas que bloquea la salida de la sangre y contribuye al endurecimiento y engrosamiento del órgano. Los centros reguladores de la erección se hallan situados en la porción sacra de la médula espinal. Las erecciones que se producen durante el sueño no son necesariamente la respuesta a un estímulo sexual.
Modernamente se ha o descubierto que estas erecciones tienen lugar en unos momentos determinados del sueño que corresponden a las fases REM.
Eyaculación. Es un reflejo que consta de dos partes: la emisión, o sea, el paso del semen a la uretra, y la eyaculación propiamente dicha; que es la propulsión del semen a través de la uretra durante el orgasmo.
La primera esta controlada por los segmentos lumbares superiores de la médula y tiene lugar por la contracción involuntaria de los conductos deferentes y de las vesículas seminales. La expulsión del semen a través de la uretra está regulada por los centros reflejos medulares sacrolumbares y se efectúa mediante la contracción del músculo bulbo cavernoso.
Las eyaculaciones que tienen lugar durante el sueño se conocen con el nombre de poluciones nocturnas y son más frecuentes en hombres con abstinencia sexual.
Semen. El semen, también llamado esperma, es el líquido eyaculado durante el orgasmo. Está formado por espermatozoides y secreciones de las vesículas seminales, de la próstata y de las glándulas de Cowper. El volumen promedio de eyaculación después de varios días de abstinencia, es de2,5 a 3,5 ml.
Aunque los márgenes son muy amplios, puede decirse que existen alrededor de 100 millones de espermatozoides por mililitro de semen. Tanto el volumen de semen como el número de espermatozoides decrecen con la repetición de la eyaculación.
Espermatozoide. Es la célula que fecunda el óvulo para formar el embrión. Consta de tres partes: cabeza, parte intermedia y cola. Ésta última le confiere gran movilidad, siendo su velocidad máxima de tres milímetros por minuto. Se forman en los testículos y, fuera de ellos, no sobreviven más allá de unas pocas horas.