Área protegida
La creciente actividad humana y el aumento de su población han traído un progresivo arrinconamiento de la fauna a parajes inadecuados para su supervivencia. Con el fin de evitar su extinción y proteger a la flora, se han creado espacios protegidos. El escalón superior lo ocupa el parque nacional, definido como un área de gran importancia ecológica, bajo control oficial y protección estricta y con instalaciones adecuadas para el disfrute de sus tesoros naturales.
El parque nacional suele tener una zona circundante llamada «preparque» para aminorar el impacto de la actividad humana, así como una más interior la reserva integral, con acceso limitado para visitantes y sólo pueden entrar los científicos.
Las reservas naturales son para salvaguardar la integridad de la fauna, la flora y el medio, aunque hay actividad humana no degradante del medio.
Los parques naturales abarcan zonas extensas y en ellos se ordena la actividad humana y la protección de la naturaleza, sin aspectos como la caza o la pesca (atendiendo las prohibiciones sobre vedas y especies protegidas).
Las reservas de caza, son las prohibidas a la caza durante un periodo prolongado para recuperar la riqueza cinegética, que puede favorecer a la flora y fauna en general. Veremos a continuación algunos parques nacionales de Europa y Sudamérica que sirvan de ejemplo de estas áreas protegidas.