Articulaciones del signo
Se denomina así a todo conjunto de signos entre los cuales se pueden establecer relaciones. En este sentido forman sistemas semióticos tanto las señales de tráfico, los lenguajes, las imágenes, las reproducciones, las obras de arte, los diccionarios, los textos, así como lógicas o gramáticas.
Partiendo de Peirce, cuya metafísica parte no del concepto del “ser” sino del concepto de “estar representado”, es decir del concepto de signo, los sistemas metafísicos son sistemas semióticos, y los sistemas semióticos, como que el signo excede el “horizonte de la realidad, son también sistemas metafísicos:
1. Sistemas de representación (por ejemplo lenguajes).
2. Sistemas de constitución (por ejemplo el “árbol genealógico de los conceptos” en el sentido de Carnap).
3. Sistemas de generación (por ejemplo axiomas, sistemas deductivos, series de números, gramáticas generativas, muestras, estructuras, programas).
4. Sistemas de gradación (sistemas de valores, números cardinales, números ordinales, todos los esquemas de progresión)
Articulación y doble articulación
Es muy posible -y se ha practicado- trasladar el sistema de conceptos y términos del lenguaje humano a la descripción de los símbolos icónicos. En principio, esto debería deducirse de ejemplos tales como un mobiliario rococó que está compuesto de varios elementos (sillas, mesas, sofá, buró).
Está articulado. El número de los elementos y las funciones mutuas lo determina el uso que se dará a los muebles, si se le quita un elemento, puede aventurarse la funcionalidad del mueble (por ejemplo, si faltan las sillas).
A su vez, cada elemento está compuesto de partes menores, independientes (las sillas tienen patas, asiento y respaldo, la mesa tabla y patas, el buró, tableros y cajones) y en consecuencia también está articulado.
Existe una doble articulación que recuerda la del lenguaje. Las partes más pequeñas no tienen una función independiente, sólo sirven para formar las unidades funcionales. Y así como sobre el enunciado lingüístico puede encontrarse una coloración distintiva de la totalidad (el estilo), el mobiliario en este ejemplo está unido por rasgos específicos de los muebles rococó, que separan al mueble de otro estilo imperio o isabelino.
Este estilo designa la época del mueble, también puede ser interpretado como un signo del gusto y las preferencias del dueño y como una expresión del prestigio social, económico, o del respeto a los antecesores de quienes ha heredado.
Por supuesto que puede designar todo esto y aún más, o nada de esto (si no hay un intérprete). Con toda razón podemos llamar morfemas a las partes del mobiliario, definidas mediante su función y distinguidas mediante sus partes distintivas, correspondientes a los fonemas del lenguaje.
Pueden se llamadas cenemas (unidades vacías, que carecen de contenido al estar aisladas). El grado de segmentación, es decir, de articulación, de los símbolos estéticos y expresivos varía de la doble articulación realizada al complejo (semiótico) indivisible que se tienen en los tipos de arte en el que un aparente juego de colores y líneas imposibilita la distinción de toda construcción sistemática.
En tales casos, los signos son globales, es decir, no articulados. Esto significa que sólo funcionan en el nivel donde la función estética o poética se responsabiliza de la transmisión de una sustancia ya formada (como en el lenguaje o la arquitectura).
Así, ya no hay ningún sustrato estructurado. Aquí se trata de la misma transición que se encuentra en la prosodia del discurso, en donde por ejemplo una melodía continua puede ir por encima de las estructuras lingüísticas (incluso una melodía musical, una entonación).
El enunciado adquiere una coloración que no afecta el contenido gramatical, léxico o estilístico, pero que le da un toque personal o tradicional a la elocución, que se convierte en un símbolo de un contenido en otro nivel, superior. La coloración que distingue a las palabras rituales en muchas comunidades religiosas es específica y determinada por la tradición.
Fuente: Apuntes de Semiótica de la U de Londres