Ausencia del entrevistador
Aunque la ausencia de un entrevistador puede inducir a que los encuestados revelen información delicada o socialmente indeseable, también puede ser una desventaja.
Una vez que el encuestado recibe el cuestionario, el proceso de aplicación del mismo está más allá del control del investigador.
Aunque el estímulo impreso es el mismo, cada encuestado da un significado personal distinto a cada pregunta. El encuestado no tiene la oportunidad de preguntar al entrevistador.
Los problemas que pueden aclararse en una entrevista personal o telefónica permanecen sin ser comprendidos en una encuesta por correo.
No existe un entrevistador al que se pueda solicitar información adicional o la aclaración de una respuesta y, por tanto, es posible asumir que las respuestas registradas están completas.
Los encuestados tienen la oportunidad de leer todo el cuestionario antes de responder cada pregunta. Con frecuencia, el texto de una pregunta posterior proporcionará información que afecta las respuestas de preguntas previas.
Fuente: Apunte Elaboración y evaluación de proyectos de la Unideg