Azulejos
La fabricación del azulejo esta basada en el despato, sílice y caolines molidos y combinados perfectamente, con un grado bajísimo de humedad (entre 5% y 10%), pasando después a las prensas, donde con diferentes dados o moldes se obtienen las diversas piezas.
Sigue el secado, que se efectúa poniendo las piezas en plataformas que se meten en secadores, en los que se logra reducir el grado de humedad hasta un 1.5%.
El paso posterior se colocan las piezas en charolas de un material refractario, que se introduce en un horno continuo se obtiene así el bizcocho; este se pone en las plataformas que por medio de una banda sin fin las conduce al esmaltado.
El esmalte es una mezcla de vidrio a base de minio, barro silicio, aluminio, zinc, conocida por el nombre de fritas. Se trata de un material fundente en suspensión, ya que contiene sustancias tales como barro y caolines. Si se desea un producto opaco se agregan materiales apasiguantes.
El azulejo perfecto mide: 11x11x7 cm, pero por ser un material cerámico, es decir, que debe hornearse , no es posible obtener tamaños uniformes; lo mismo sucede con respecto a los colores.
La calidad se divide en tres clases: la primera corresponde a un azulejo perfectamente seleccionado y clasificado en tamaño y color; la segunda a un material que presenta pequeños defectos, que aumentan en la tercera.
Usos:
El azulejo posee características que hacen de el un producto de muy alta tolerancia al desgaste de fácil conservación. Su aplicación puede ser, por tanto, todo lo variado que se quiera.
Por m2 entran 82 azulejos, nueve remates, nueve zocos o nueve baquetas por metro lineal.