Bobinado filiar
El bobinado bifilar es el más, usado. Este bobinado consiste en bobinar el carrete del resistor con dos alambres paralelos, de manera que al terminar el arrollamiento, se forma un largo lazo.
Los flujos magnéticos generados por las corrientes de sentido opuesto se compensan. El inconveniente de este tipo de bobinado es su relativamente alta capacidad eléctrica, ya que ésta depende de la cantidad de cargas.
La carga eléctrica es proporcional a la longitud del conductor y a la diferencia de potenciales que se produce entre dos conductores paralelos, e inversamente proporcional a la distancia entre ellos.
Precisamente estas propiedades que favorecen la generación de cargas eléctricas aparecen en este tipo de bobinado. Por tanto, el bobinado bifilar se puede emplear en resistores cuyo bobinado es relativamente corto. En la práctica, se emplea en los patrones cuyo valor no sobrepasa 100 n aproximadamente.
Los patrones de resistencia muy alta se confeccionan, bobinando el alambre resistivo sobre finas placas de material aislante. Estas placas pueden ser de mica, mikarta, baquelita o ebonita. En este tipo de resistores la inductancia es muy baja debido a que las corrientes de ambos lados de la placa tienen sentido opuesto.
Fuente: Apuntes de Metrología de la UNIDEG