Calibración de color
El término calibración de color abarca una serie de tecnologías relacionadas y dirigidas a la correcta interpretación y reproducción del color. Un sistema de calibración de color identifica los espacios RGB y CMYK de color que son cruciales para un trabajo, es decir, aquellos que pertenecen a un scanner, un monitor y una impresora específicos.
El software de un sistema de calibración, o manejo de color, caracteriza cualquier dispositivo de entrada digital de color, monitores o procesos de impresión de color, para que los colores de la imagen original sean desplegados y reproducidos de manera casi precisa, lo que nos proporciona un modo de preparar imágenes para impresión completamente visual y aproximado.
Casi todos los sistemas de calibración de color emplean un espacio de color de referencia que es device-independent (independiente de equipo), es decir, como ya lo habíamos visto antes, no se limita a las capacidades de reproducción o interpretación de ningún equipo u observador.
Esto se logra a través de la implementación forzosa de dos conceptos básicos: la calibración y la caracterización. La calibración es el primer paso en el proceso de manejo y control de color y se debe aplicar a monitores, escáneres e impresoras, ya que sus capacidades pueden cambiar con el tiempo.
Por ejemplo, la inestabilidad de los fósforos del monitor son la principal causa de las manchas y diferencias de color entre el centro y los extremos. La humedad y cambio de pigmentos o tintas pueden desviar el desempeño de una impresora, así como el cambio de materiales, creando inconsistencias en la reproducción del color.
La calibración es relacionada generalmente con el desempeño de los equipos o aparatos, aunque el procedimiento realmente se refiere a los equipos trabajando bajo ciertas condiciones y parámetros, por lo que antes de empezar la calibración debemos fijar los términos de nuestro ambiente de trabajo.
Fuente: Materia de Preprensa Digital de la Universidad de Londres