Cambios circulatorios en el recién nacido normal
La adaptación cardiocirculatoria ocurre paralelamente a la respiratoria ya que así se produce el intercambio gaseoso entre la sangre y el aire alveolar que ha entrado en la primera respiración.
La placenta realiza las funciones de pulmón en el feto (proporciona oxígeno y elimina dióxido de carbono). La sangre fetal es llevada a la placenta a través de dos arterias umbilicales, y devuelta de la placenta al feto por la vena umbilical.
En la circulación fetal, la sangre de la vena umbilical va al hígado, ductus venoso y de ahí a cava inferior y aurícula derecha.
Desde esta 1/3 va a aurícula izquierda, por foramen oval, ventrículo izquierdo, aorta ascendente, cava superior, aurícula derecha.
Los dos tercios restantes de sangre van al ventrículo derecho, de ahí a la arteria pulmonar un 8 %, y 92 % restante al ductus arterioso y aorta descendente.
En la vida extrauterina y simultáneamente en el nacimiento acontece todo lo que se expone a continuación: con la primera inspiración se produce una expansión pulmonar y esto hace que disminuyan las resistencias vasculares pulmonares, y el pulmón atrae más sangre (más del 8% inicial) del ventrículo derecho que no pasa por el ductus arterioso hacia la aorta, y que por tanto va a los pulmones.
A medida que los pulmones reciben sangre, disminuye la presión en la aurícula derecha, el ventrículo derecho y las arterias pulmonares, y se produce un progresivo aumento e instauración de la circulación sistémica originada por el volumen creciente de sangre que, mediante el pulmón y las venas pulmonares, llega a la aurícula izquierda.
La presión en la aurícula izquierda aumenta de manera que las presiones entre las dos aurículas se equilibran y el agujero oval o foramen oval (válvula) se cierra por yuxtaposición, con la primera inspiración.
A todo lo anterior se suma el pinzamiento del cordón que provoca que el retorno venoso que va a la aurícula derecha también disminuya.
Así mismo, se produce una disminución de la presión en la vena cava inferior, debida a la reducción del retorno venoso por la oclusión de la vena umbilical.
El cierre del ductus venoso se produce al final del segundo mes completamente; el arterioso, alrededor del cuarto día se produce el cierre funcional, y el anatómico tarda algunos meses en completarse.
En resumen, la adaptación cardiocirculatoria es un proceso más gradual que la adaptación respiratoria, y es consecuencia de modificaciones en la presión existente en el corazón y los grandes vasos, y del cierre funcional de las comunicaciones vasculares fetales:
1) Disminución de resistencia vascular pulmonar (por tanto aumento del flujo sanguíneo pulmonar) y aumento de resistencias vasculares sistémicas.
2) Equilibrio de presiones entre cavidades izquierdas y derechas.
3) Disminución del retorno venoso de la cava inferior ya que hemos pinzado la vena y arterias umbilicales.
4) Cierre del foramen oval, ductus venoso y ductus arterioso.
Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep