Campos de la comunicación pictogramática
La comunicación pictogramática se desarrolla en los siguientes campos:
1. Espacios urbanos: Lugares históricos, culturales, residenciales y comerciales; áreas verdes.
2. Vías de circulación: Calles, rutas y autopistas municipales, provinciales, nacionales e internacionales.
3. Transporte: Estaciones intermedias o terminales, para medios de transporte aéreo (aeropuertos), terrestre (estaciones de ómnibus, trenes y subterráneos) y acuático (puertos de transporte marítimo, fluvial y lacustre).
4. Eventos: Culturales, políticos, económicos y deportivos de proyección nacional e internacional (congresos, olimpíadas, ferias, exposiciones, museos, convenciones, conciertos, festivales).
5. Servicios sociales: Conjuntos habitacionales; centros de salud y hospitales; escuelas, colegios y universidades; museos y centros culturales.
6. Industria: Plantas industriales y agropecuarias; centros de abastecimiento regional y nacional.
7. Comercio: Grandes centros de compras y provisión; supermercados; locales comerciales; bares y restaurantes.
8. Esparcimiento: Teatros y cines; estudios de televisión y de radio; centros de diversión y de deportes de verano y de invierno; estadios, clubes, campos deportivos.
9. Administración pública: Centros cívicos; edificios y oficinas de gobierno y empresas públicas de jurisdicción municipal, provincial y nacional.
10. Empresas privadas: Edificios y oficinas administrativas y técnicas de empresas varias, de productos y de servicios; estudios profesionales, medios informáticos y de comunicación.
Los pictogramas son signos concisos que en su brevedad visual pueden transmitir un significado con simplicidad y claridad más allá de las fronteras nacionales, lingüísticas y étnicas.
Estas circunstancias han favorecido la transformación de los hábitos públicos en el uso de leyendas exp licativas y orientadoras hasta el punto de que hoy no sería imaginable la información pública funcional sin la presencia de pictogramas.
Pero la intención de esta parte del capítulo no es adjudicarle reconocimiento como instrumento de la comunicación visual contemporánea; ello está implícito en el rol social que desempeña.
Por el contrario, es enfatizar el valor de los pictogramas en cuanto signos seriales, rasgo por el cual se constituyen en la antítesis de las marcas comerciales, signos unívocos de identidad de productos y empresas, que siempre iguales o con sutiles variaciones se repiten por millones en los elementos que los llevan: avisos, carteles, envases, vehículos.
Fuente: Apunte de Diseño de Sistemas de Señalización y Señalética de la U de Londres.