Características del proceso evolutivo y la especiación
Los cambios genéticos en las especies son lentos, aunque la velocidad evolutiva esta en función de la estabilidad del medio. Cuando este cambia frecuentemente, las especies evolucionan con más rapidez, adaptándose a las condiciones y desapareciendo otras. La evolución, no es un proceso lineal, a partir de un cambio de una especie, se producen variaciones diversas en todos sentidos posibles (radiación adaptativa) para originar la gran variedad actual de los animales.
Hay especies que, en un cambio de súbito de su entorno, desaparecen (extinción), otras hacen de modo progresivo, al agotar su capacidad de evolución. El nicho ecológico que ocupaban lo llenan de inmediato nuevas especies más adaptadas que, cumplen sus funciones (sustitución).
El proceso evolutivo conduce a un mismo resultado (convergencia), como las alas de las aves y murciélagos, o, pueden aparecer características diferentes destinadas a aprovechar las opciones del medio (divergencia), como las diversas formas del pico de los pinzones de Darwin.
La especiación
Es el resultado del proceso evolutivo es la aparición de nuevas especies, que generan grupos taxonómicos de mayor envergadura.
Los cambios progresivos que se dan en la población se acumulan hasta que, parte de la población se desliga del resto y que, aunque pueden cruzarse con ella, (surgen factores (alejamiento geográfico, nuevas pautas conducta, etc.) que dificultan dicho cruce. Así, aparecen las de subespecies.
El paso siguiente puede ser una barrera biológica, una variación en la época reproductora, que imposibilite el intercambio de genes en las subespecies.
No tardarán en distanciarse para independizarse como especies, y seguir un curso evolutivo propio.