Características generales de las aguas litorales
Los océanos y las costas, debido a la entrada del mar son, junto con lagunas y humedales del interior de continentes, zonas del planeta en que la biomasa alcanza costas más elevadas. Son por tanto, centro de acumulación de fauna, en especial ornítica. Esto no ha evitado que el hombre haya intentado y logrado en muchos casos, eliminarlas, acusándolas de malsanas e improductivas.
Solo la concientización popular y en los temas de la naturaleza, a través de los últimos años en el mundo, permite abrigar esperanzas de que las últimas manchas húmedas del planeta no desaparezcan.
Características generales: La iluminación solar que llega al fondo debido a la poca profundidad del agua, la temperatura que esa misma radiación produce y la abundante aportación de vida que se da aquí, nace las condiciones ideales para el desarrollo del fitoplancton, es decir, con elevada producción primaria.
La existencia de un tipo u otro de flora se debe a la naturaleza de las aguas, ya sean dulces o salobres. Así, en las primeras, las espadañas dan características al paisaje, en las segundas los gruesos tallos de las halófitas indican carácter salado.
Estructura de la marisma
La riqueza biológica de este ecosistema ha creado multitud de nichos diversos, y para estudiarla se distinguen cuatro zonas principales. Marisma seca, con dunas, con suelo suficiente para que comience la vegetación arbórea y con cursos de agua, además de las charcas de breve duración producto de las lluvias.
Zona carrizal, con densa vegetación palustre y encharcada, con aguazales, ofrece refugio a multitud de aves para que aniden en sus espesuras.
Zona de las orillas, con escasa vegetación y pequeñas playas, las aguas someras son un lugar donde las especies buscan su alimento diario.
La parte final, alberga una fauna piscícola importante, tiene aguas profundas. Veremos estas zonas en el caso de una marisma ibérica, que es válida para este tipo de ecosistema en general.