Casos básicos del doble de la lineatura en las imagenes
Se dice que hay dos casos básicos en los que sí es conveniente que las imágenes tengan el doble de la lineatura:
1. Cuando la lineatura es «gruesa» (por debajo de 133 lpp). Quien dice eso, afirma que ese factor asegura que cualquier fallo que pudiera haber de alineación de trama quedará «escondido» por esos píxele s extra que evitarán la aparición de dentados.
2. Cuando el sujeto o tema de la imagen tiene un detalle extremadamente marcado y sutil y este detalle es muy relevante (fotos de arquitectura, imágenes con líneas muy diminutas y cambiantes: pelo, joyas muy trabajadas, etc…) La defensa del doble de la lineatura se basa en el mismo principio que antes: Doblar los píxeles asegura que ese detalle se mantendrá siempre y que no aparecerán dentados. Las transiciones serán suaves.
La verdad es que un servidor no puede decir por sí mismo si estas dos afirmaciones son o no verdad, pero lo cierto es que las fuentes que lo afirman me parecen dignas de crédito, sobre todo en el segundo caso.
Personalmente elijo hacerles caso y trabajar con la regla de 1,5 siempre que no sean imágenes con un gran nivel de detalle que vaya a reproducir con un soporte de gran calidad.
En el caso de imágenes en lineaturas muy bajas… No sé, ante la duda (y dado que no serán cosas muy grandes) prefiero ser prudente y creer que salvo que sean cosas poco detalladas, también merece la pena trabajar al doble de la lineatura.
Todo este asunto es algo confuso y, a veces, parece más cuesti ón de fe que otra cosa. Dicho lo cual, debe quedarte claro que cualquier cosa por encima del doble de la lineatura no aumentará en absoluto la calidad o el detalle de tus imágenes (eso sí te lo puedo afirmar taxativamente).
Lo único que tendrán es más píxeles, lo que sobrecargará los cálcul os que tiene que hacer el procesador encargado de la impresión y puede perjudicar la calidad de los semitonos resultantes.
Fuente: Apunte de Organización de presentaciones y exhibiciones de la U de Londres