Clasificación de la semiología
– Semiología animal. Es decir, los estudios sobre la comunicación entre diferentes clases de animales: abejas, simios, hormigas.
También denominados estudios de zoosemiótica y que forman parte de la etología.
Estos estudios podrían obligar a revisar el concepto de la inteligencia animal y algunos aspectos de los llamados universales de la comunicación.
– Semiología olfativa. Desde el valor denotativo de los olores, catalogables como «índices» —olor a quemado, olor a descomposición, olor a cerrado, olor a fresco,—hasta llegar a códigos artificiales como el de los perfumes, de carácter más bien simbólico (fresco, sensual, viril, nardo, rosa, jazmín).
– Semiología táctil. Sistema de comunicación afectiva en animales.
También es utilizada por el hombre y muy especialmente en el mundo infantil, la conocida costumbre que tienen los niños pequeños de llevar objetos a la boca, ya que para ellos el mundo que les rodea es una realidad que se chupa y que se vuelve convencional en mensajes táctiles codificados: beso, abrazo, estrechamiento de manos.
Y entre adultos, como signo externo social o de cortesía.
– Semiología del gusto. Diferencias de gusto denotadas en una comunidad o grupo humano, ampliamente estudiadas por Lévi—Strauss en comunidades primitivas.
Antinomias como ‘Dulce», y «Amargo», «Suave» y «Fuerte», etc. O bien las transposiciones de los sabores a otros dominios: «Dulce Francia».
También el significado de las bebidas dentro de cada contexto social o ambiente cultural.
– Semiología del gesto. También denominada kinésica, disciplina que estudia los gestos y movimientos corporales con valor significativo.
La Barre ha destacado el lenguaje gestual mudo de los monjes de clausura, el lenguaje de los sordomudos, el de los mercaderes hindúes, el de los persas, el de los gitanos, el de los ladrones o contrabandistas.
La kinésica oriental analiza los movimientos rituales de las manos de los sacerdotes budistas, hindúes o cristianos, que son sistemas de signos gestuales.
Si analizamos diferentes filmes sin banda sonora en japonés, inglés, americano o español a través del movimiento y gesticulación de sus personajes podemos saber en qué sistema de lengua están hablando.
Cada grupo social tiene un modo peculiar de comportamiento: modo de andar, movimiento corporal, risa, sonrisa, acto de cortesía.
– Semiología paralingüística. El estudio de los rasgos supragmentales, algunos de los cuales son anteriores al sistema de una lengua y comunes a varios sistemas verbales.
Aquí se podrían incluir, tanto el tono, timbre de voz, vocalización e intensidad, como los sistemas onomatopéyicos y las interjecciones.
Sin embargo, algunos de ellos están más cercanos a los sistemas lingüísticos y forman parte de su estructura.
Semiología del silbido. Muchos pueblos primitivos utilizan el silbido, en sus diferentes grados de inflexión, para establecer contacto.
También por medio de pitos, flautas o tambores. El lenguaje con la boca cerrada del Chekiang o los silbidos de los habitantes de La Gomera, intentando reproducir los fonemas del español.
También el lenguaje de los tambores del África Occidental es base de análisis semiológico.
– Semiología de los indicios naturales. Que debería ir entre los primeros apartados si no se introdujese aquí la también denominada semiótica médica.
Abarca desde los índices naturales como el humo, las lágrimas, el dolor o bien el síntoma codificado en diagnóstico médico.
Semiología musical. Parte de la manifestación del folklore — danza y baile musicales— y que se codifica con independencia de otros sistemas.
Surgida de fenómenos kinésicos y paralingüísticos, estos nuevos sistemas de notación, están a caballo entre la imagen y el sonido, si atendemos a su valor significativo y representativo.
– Semiología de las lenguas naturales. Pertenecen a la rama de la lingüística, la más desarrollada de todas las ciencias semiológicas.
Aparte de los diferentes códigos lingüísticos, podrían estudiarse, igualmente, en este apartado subcódigos particulares tales como el léxico político, técnico o jurídico:
– subcódigos de grupo, tales como las formas de expresión de los vendedores ambulantes,
– las lenguas secretas, diferentes jergas y
– lenguajes coloquiales. Las adivinanzas, los crucigramas o los enigmas.
– Semiología de los lenguajes formalizados. Parten del estudio de los códigos matemáticos pudiendo incluirse aquí igualmente las lenguas artificiales como el.
Esperanto, el alfabeto Morse o el sistema Braille para ciegos. Igualmente el álgebra de Boole para la programación de calculadoras electrónicas, el lenguaje escrito, sustitutivo del verbal o los mensajes secretos basados en códigos criptográficos.
– Semiología icónica. Semiología de la imagen visual, que pueden ser de carácter estrictamente icónico o bien combinadas con otros sistemas de signos, primordialmente el verbal o la escritura.
– Sistema verbo—icónico. En él entran todos los sistemas de comunicación masivos y de mayor importancia y rendimiento en la transmisión de información.
Entre ellos tenemos el cinematógrafo, la televisión, los cómics, la publicidad.
– Sistemas señaIativos. Banderas navales, señales de tráfico, grados militares.
Sistemas cromáticos. Desde los valores semánticos de rango denominativo en las sociedades primitivas hasta el valor connotativo de los colores en las sociedades occidentales (negro luto, blanco boda, rojo revolución, negro señorío).
En correlación con el valor contextual, en muchos casos.
Vestuario. Hábitos, ornamentos eclesiásticos, modas, formas de vestir y de alternar en sociedad.
Esto, Eco lo introduce en un apartado especial de códigos culturales: etiquetas, tipologías de cultura, leyendas, mitos.
En fin, todo lo que representa sistemas de interpretación y modernización del mundo.
Fuente: Apuntes de Semiótica de la U de Londres