Comunidad biótica
En una determinada área las poblaciones de los distintos organismos están interrelacionadas y constituyen una comunidad biótica, cuya composición por especies depende del clima y de factores históricos evolutivos. En las comunidades maduras de ambientes duraderos y estables, la interdependencia entre las especies es grande, abundando los casos de simbiosis, comensalismo, parasitismo, etc.
Mientras que en los ambientes cambiantes las asociaciones interespecificas pueden ser laxas y la composición de especies puede estar en estado de flujo. Las mayores comunidades presentan estratificación.
Por ejemplo, en un bosque hay animales característicos de las cimas de los árboles, de las ramas inferiores, de la corteza, de la hojarasca y del suelo.
En toda comunidad hay una o unas pocas especies que son dominantes sobre las demás y que determinan en cierta manera la clase y el número de las otras especies que la integran.
Por ejemplo, en un bosque de pinos, éstos son dominantes. Las comunidades naturales pueden experimentar cambios en su composición y densidad de población sin sufrir grandes desorganizaciones y, a medida que se desarrollan, toda la complejidad funcional del sistema viviente se mantiene o cambia más o menos armoniosamente.