Comunidades marinas
Desde el punto de vista ecológico se distinguen cuatro tipos principales de comunidades marinas. Los organismos que viven en suspensión en las capas superficiales del agua integran el plancton. En general se trata de organismos de vida corta y muy prolíficos que se mueven pasivamente mediante las corrientes marinas y los vientos. Una parte de estos organismos son fotosintéticos (protistas tipo alga y algas unicelulares) y constituyen el fitoplancton, responsable de la mayor parte de la producción primaria del medio marino.
La otra parte constituye el zooplancton, integrado por protozoos, invertebrados y una gran variedad de formas larvarias. En el fitoplancton predominan las diatomeas, dinoflagelados, esquizofíceas y feofíceas; en el zooplancton abundan los pequeños crustáceos (especialmente copépodos) y larvas de equinodermos, celentéreos y moluscos.
El necton está formado por animales que nadan libremente y se desplazan de forma independiente, como los peces, cefalópodos, serpientes marinas, tortugas, aves marinas, focas, cetáceos, etc.
Los animales del plancton y el necton de altamar se denominan pelágicos. El bentos incluye todos los organismos que viven arrastrándose sobre el sustrato del fondo, fijos o adheridos a el o que minan en él.
Los vegetales de las comunidades bentónicas contribuyen a la producción primaria del océano, aunque en una proporción muy inferior al fitoplancton, y son fundamentalmente algas pluricelulares y fanerógamas marinas que forman extensas praderas de gran importancia ecológica al ser refugio de multitud de formas reproductoras.
Los animales bentónicos son filtradores o se alimentan de sedimentos y se nutren en gran medida del exceso de producción de las zonas superiores.
Las comunidades hidrotermales están compuestas únicamente por organismos que viven en torno a las fuentes hidrotermales asociadas a la actividad volcánica de las dorsales oceánicas, donde no llegan los rayos solares.
Los productores primarios de estas comunidades no dependen de la fotosíntesis, sino que son bacterias quimiosintéticas que obtienen la energía oxidando los compuestos de azufre de las aguas termales y transforman el carbono inorgánico en orgánico.