Consolidación de prusia y rusia
Prusia llega a su unificación a través de tres reinos: el de Prusia, el de Brandeburgo y el de Cleves. La monarquía prusiana busca convertirse en absoluta, administrar el reino por medio de una burocracia, lograr la unidad territorial de sus estados y formar el ejército más poderoso de Europa. Federico I obtiene ya el título de rey de Prusia; y Federico Guillermo I forma una ejército modelo: por éste pasa a la historia con el sobrenombre de «rey sargento».
Implanta el servicio militar, funda la escuela de cadetes y, en poco tiempo, el ejército prusiano es el ejército mejor preparado de Europa.
En Rusia los Romanoff transforman a esta nación en una potencia territorial europea.
En el siglo XV, bajo el gobierno de Iván III, Rusia se había liberado del dominio mongol. Como Constantinopla había sido conquistada por los turcos, este rey es considerado el jefe de los cristianos ortodoxos. Su hijo, Iván IV, Iván «el terrible», consolida la Rusia moderna: asciende al trono en 1533 como Zar de toda la Moscovia.
Durante su largo gobierno se reafirma el absolutismo, se suprime violentamente la resistencia de terratenientes y campesinos, se anexa el valle del Volga y extiende sus dominios hasta el mar Blanco y los montes Urales.
Los rusos emprenden la conquista del norte a través de las montañas de los Urales. Más allá de éstos, se extiende Siberia –la más grande de las provincias rusas de la zona asiática–, y el Asia central que Rusia hace suya para fijar nuevos límites: al este con China, al sur con Afganistán e Irán, al oeste con el mar Caspio. Y acabará ocupando las islas Aleutianas y Alaska.
Pedro I «el grande» (1689-1725) se encarga de dar una nueva fisonomía a Rusia; busca la comunicación de su país con Occidente, luchando contra Suecia, Polonia y Turquía. Le quita a esta última el puerto de Azof en el mar Negro; y a Suecia, las extensas costas en el Báltico.
Con estas dos medidas, Rusia se convierte en el más poderoso de los Estados del norte. Se busca occidentalizar a la población. En el orden económico; se moderniza y progresa la agricultura. En el ámbito cultural, la instrucción pública se generaliza.
Durante el gobierno de Catalina II, conocida en la historia como Catalina «la grande» (1762-1796), Rusia establece un contacto estrecho con Europa occidental y continúa la apropiación de territorios (algunas regiones de Polonia) y la modernización del país iniciada por Pedro «el grande».