Constantino I el grande
Emperador romano nacido con el nombre de Flavio Valerio en Naissus, Dacia (actualmente Serbia), hacia el año 272 d. C. En 293, durante la primera tetrarquía, sirvió la corte de Nicomedia. Luchó contra los sármatas y se unió a su padre en Britania, en el 306. Fue tan popular entre sus tropas que le proclamaron augusto cuando Constancio murió ese mismo año. Sin embargo, durante las dos siguientes décadas tuvo que luchar contra sus rivales al trono, y no logró ser emperador único hasta el 324.
Con Liciano en 313 promulgó el Edicto de Milán que despenalizaba la práctica del cristianismo y por el que devolvía las propiedades de la Iglesia.
En 324 hizo construir otra basílica en Roma, en el lugar donde martirizaron a Pedro. Al año siguiente convocó al Primer Concilio de Nicea a fin de calmar el desorden religioso y terminar con los problemas doctrinales, es especial el arrianismo.
En 326 ejecutó a su hijo mayor Crispo, pues su segunda esposa lo acusó de querer seducirla posteriormente, al descubrió que eso era mentira, la sentenció a muerte.
Como emperador, consolidó las reformas de Diocleciano y convirtió a Roma en un imperio próspero y estable. En 330 robó los tesoros y las estatuas de los templos de Grecia para decorar la nueva capital del imperio romano, Constantinopla, inaugurada ese año y erigida en lo que era Bizancio.
Murió en Ancycrona, el 22 de mayo de 337.