Cristóbal de Villalpando
Pintor novohispano nacido en la Ciudad de México entre 1645 y 1649. Su educación aunque tratándose de un joven criollo se dio en el taller de pintores establecidos y afamados, como los Juárez, pero sin poder precisar cuál. En 1669 casó con María de Mendoza con quien procreó cuatro hijos. Completamente imbuido del espíritu barroco y contra reformista, se situó en la cúspide de un arte prolijo, colorido, desbordante pero con una rigurosa geometría estructural.
Su estilo evolucionó desde el tenebrismo de tonos oscuros de sus primeros cuadros hasta la luminosidad cromática de obras como Apoteosis de la eucaristía (1688), pintada al óleo en la cúpula del altar de los Reyes en la catedral de Puebla (México).
Heredero artístico de Murillo y, en especial, de Juan de Valdés Leal, comparte con este último cierta despreocupación por el dibujo que se corresponde con un mayor énfasis en la expresión.
Su trayectoria profesional corre en paralelo a la del otro gran maestro del barroco mexicano, Juan Correa. Ambos son autores de los lienzos que decoran la sacristía de la catedral de México (c. 1685).
Los cuatro firmados por Villalpando son: la Gloria de san Miguel, la Virgen del Apocalipsis, la Iglesia militante y la Iglesia triunfante.
La primera obra conocida de Villalpando es el retablo de Huaquechula, fechado en 1675. Sin embargo, su época de máximo esplendor se sitúa entre los años 1690 y 1710.
De esos años son varios cuadros que pintó para la iglesia de la Profesa (México D. F.), entre los que sobresalen la Visión de santa Teresa y el Ecce Homo.
Uno de los temas más frecuentes en su producción, en el que se revela toda su maestría, es la pintura de arcángeles, como el San Miguel de la iglesia de San Pedro Cholula (estado de Puebla). Fuera de México realizó 49 lienzos basados en la vida de san Francisco (1691) para la iglesia del santo en Antigua Guatemala (Guatemala).
Murió el 20 de agosto de 1714.