Cultura del Hoang Ho o río Amarillo en China
A principios del II milenio a. c., en el área septentrional de lo que hoy es China, tuvo nacimiento una alta cultura y civilización. En el noroeste de China y hacia el IV milenio, se localizan los poblados agrícolas de la cultura de Yangshao, en torno al valle del río Huang He (o río Amarillo), que han sido también asociados a la cerámica cordada impresa. Los investigadores dudan sobre el grado de desarrollo de la agricultura en esta cultura.
En la Gran Llanura, situada al noroeste de China, y surcada por el Hoang-Ho, el río Amarillo, fue el área donde primordialmente se acentuaron los cambios.
Esta corriente, la más importante del septentrión chino, nace en una zona lacustre situada en las elevaciones del Tíbet.
Su curso tiene un desarrollo de más de 4 000 km hasta llegar a su delta (desembocadura) en el golfo de Po- Hal, frente a la península de Corea, dentro del mar Amarillo. El Hoang-Ho tiene dos grandes curvaturas. La primera, hacia el sur, lo aparta del gran desierto de Gobi en Mongolla.
El río corre entonces por un largo y profundo cañón. La segunda, hacia el noroeste, lo hace cruzar la que se conoce como la gran llanura. En ese tramo el río tiene un lecho muy poco profundo, interrumpido a veces por bancos de arena.
La región de la gran llanura, y buena parte del área que cruza el Hoang-Ho, tiene como característica peculiar la constitución de la tierra, de color amarillento, compuesta por partículas de arena yarcilla, mezcladas con caliza, que permite que el agua penetre en ella como si fuera una esponja. Lo anterior ha ofrecido grandes posibilidades para la agricultura. Desde mediados del IV milenio a. C., existieron comunidades humanas.
Cheng-Tzu Yai es uno de los primeros ejemplos del paso a la alta cultura dentro del gran territorio chino. A lo largo del II milenio a.C., hubo un aumento considerable de la población que habitaba Cheng-Tzu Yai.
Los vestigios de nuevas formas de arquitectura parecen reflejar los cambios en la organización social, económica, religiosa y política.
Entre algunos de los descubrimientos encontrados en Cheng-Tzu Yal, mencionaremos la existencia de una muralla de adobe, que circundaba una gran parte de la población; el de huesos de animal (omóplatos de buey) que parece se usaban con fines mágicos y de adivinación; así como los primeros objetos de bronce.
Reconociendo los vestigios encontrados en el río Amarillo, debemos admitir que aquí también comenzó a florecer, por sí misma una de las grandes civilizaciones de la humanidad.