Detección de errores
No existe ningún sistema de comunicación de datos que pueda impedir que ocurran errores durante la transmisión, aunque la mayoría de estos pueden detectarse mediante diseños apropiados que permiten saber si la información recibida es la misma que se transmitió originalmente.
Entre las técnicas para la detección de errores podemos describir las siguientes:
Técnica del eco
Es una forma simple de detección de errores usada en situaciones interactivas. Cuando una estación recibe una transmisión, la almacena y retransmite de nuevo a la estación emisora (eco), ésta compara el eco con el mensaje original y de esta forma se puede determinar si se presentó un error y corregirlo. Esta técnica tiene la desventaja de requerir al menos el doble de transmisiones, y además está la posibilidad de una «corrección» espontánea durante la retransmisión.
Técnicas de detección automática de errores
Estas técnicas consisten en la adición al dato por enviar de un marco de verificación de secuencia o FCS (frame check sequence), el cual es obtenido a partir de los datos a transmitir por medio de un algoritmo. Una vez recibido el mensaje, la estación receptora aplica el mismo algoritmo a los datos recibidos y compara el FCS obtenido de esta forma con el que se adicionó a los datos originales. Si son iguales se toma el mensaje, de lo contrario se supone un error.
Estas técnicas están basadas en dos métodos comunes:
Verificación de paridad en dos coordenadas
Cuando se transmiten datos a un dispositivo que cuente con un buffer, es posible extender la verificación de paridad simple añadiendo un bloque de verificación de carácter (Block Check Character BCC) al final del bloque de datos, el cual realizará la segunda verificación de paridad a todo el bloque.
En la técnica de verificación de paridad en dos coordenadas se pueden dar los siguientes casos (en rojo están los bits erroneos).
Verificación por redundancia cíclica (CRC)
Esta técnica es ampliamente usada debido a que es fácil de implementar en los circuitos integrados a muy gran escala (VLSI) que forman el hardware. Un mensaje puede verse como un simple número binario, el cual puede ser dividido por una cantidad que consideraremos constante, al efectuar la división (a módulo 2) se obtiene un cociente y un residuo, este último es transmitido después del mensaje y es comparado en la estación receptora con el residuo obtenido por la división de los datos recibidos y el mismo valor constante.
Si son iguales los residuos se acepta el mensaje, de lo contrario se supone un error de transmisión. En el proceso de datos comercial es ampliamente usada la verificación por redundancia cíclica de 16 bits de longitud, aunque también es posible usar 32 bits lo cual puede ser más efectivo.
Fuente: Apunte de Teleproceso del Instituto tecnológico de la Paz